UN VOTO EN DEFENSA PROPIA
12 de agosto de 2017
Nuestro pueblo se aferra a una democracia cada día más amenazada por los intereses económicos que custodia el gobierno de Mauricio Macri.
Detrás de la sonrisa cínica de María Eugenia Vidal, con la que inundaron los medios de comunicación en este cierre de campaña, se esconde la desaparición de Santiago Maldonado, quien fuera visto con vida por última vez cuando la Gendarmería Nacional lo trasladaba, detenido, desde un “unimog” hacia una camioneta, ambas de la fuerza que llevó adelante la represión sobre la comunidad mapuche del Lof ubicado en Cushamen, provincia de Chubut.
La desaparición de Santiago fue silenciada durante días en los grupos económicos que controlan los medios de comunicación en la Argentina.
La desaparición de Santiago fue silenciada durante días en los grupos económicos que controlan los medios de comunicación en la Argentina. El silencio cedió para darle lugar a la desinformación como método de ocultamiento de un crimen que sacude decididamente la democracia.
En tanto, el gobierno, por intermedio de Patricia Bullrich, ha intentado por toda vía posible naturalizar la desaparición de Maldonado como una consecuencia directa del accionar violento de las comunidades mapuches. Han inventado historias que intentan demostrar que existe un foco de violencia política en la Patagonia y que ese es el marco en el cual se llevan adelante las acciones represivas.
La justificación de la violencia como respuesta política del Estado, es una rémora insostenible para una democracia que todavía sufre en carne viva las consecuencias de la última dictadura genocida, en la que la desaparición forzosa de personas fue el método para doblegar un proyecto nacional convalidado democráticamente y defendido por su militancia.
El silencio, la mentira y la justificación cínica, pretenden tergiversar un hecho que debiera sacudir la memoria colectiva frente a la evidente restauración de un modelo económico que, por primera vez en la historia de la Argentina, se impuso electoralmente pero que solo cierra con persecución política y represión.
Lo que pasó, es lo que ocultan.
Mientras el comité contra la Desaparición Forzosa de la ONU le exige al Estado respuestas frente a lo sucedido, Mauricio Macri ha tenido que ceder y señalar que están trabajando para esclarecer lo que pasó. Lo que pasó, es lo que ocultan. Lo que pasó es que Santiago Maldonado fue visto con vida por última vez cuando era detenido por Gendarmería Nacional. Precisamente mientras era ascendido a un “unimog” de la fuerza federal, que negó durante nueve días que fuera utilizado en la represión.
Recién diez días después, se llevaron adelante pericias que hallaron sangre y cabellos compatibles con los de Santiago en un unimog de Gendarmería, y en el lugar de los hechos, se hallaron huellas de su utilización, muy a pesar de la mentira construida. También silencian que a cargo del operativo represivo se encontraba el jefe de gabinete de Patricia Bullrich, Pablo Noceti, quien supo ejercer como abogado de represores y convalidar el genocidio de la última dictadura.
Su rol en la represión quedó retratada en una foto obtenida en la puerta de la estancia Leleque, propiedad de la familia Benetton, mientras dialogaba con un gendarme en pleno operativo represivo.
Las tierras de Benetton eran las que Noceti y las fuerzas federales estaban protegiendo. Las tierras de aquel que sigue multiplicando sus negocios en la Argentina, a través de la compra de la multinacional Albertis, que explota los peajes de la Autopista del Sol y del Oeste, ahí donde se transformara en socio del grupo SOCMA, de la familia del Presidente Macri. El mismo Macri que confesó su amistado con Joe Lewis, otro terrateniente en conflicto con las comunidades mapuche, en cuya estancia albergó al ex presidente Obama.
Las sombras de nuestro oscuro pasado reciente, amenazan a la democracia.
Nada es casualidad en esta tierra que es una herida. Las sombras de nuestro oscuro pasado reciente, amenazan a la democracia. Los negocios de un puñado de familias están ubicando al proceso democrático en una situación de emergencia absoluta.
No es casual que nuestro pueblo se aferre a la democracia con un instinto profundo de supervivencia. Porque aún imperfecta, esta democracia que supimos conquistar, es la que mantiene viva la esperanza de volver a soñar con ser felices, de mantenernos con vida frente al avance de los intereses de aquellos que se creen dueños de una Argentina, en la que están llamados a convertirse en cada día más ricos, y los pobres, están condenados a ser cada día más pobres.
En cada rincón de la Patria hay que edificar una derrota clara y contundente del modelo económico de miseria que lleva adelante Mauricio Macri.
Mañana tenemos una nueva oportunidad de construir un mensaje claro y eficaz a la voluntad de un gobierno que amenaza el futuro de las mayorías populares. En cada rincón de la Patria hay que edificar una derrota clara y contundente del modelo económico de miseria que lleva adelante Mauricio Macri. Y en la provincia de Buenos Aires, debemos reventar las urnas con Cristina, debemos avanzar en la construcción de una restauración popular que nos permita volver a soñar.
El lunes, tenemos que seguir defendiendo la victoria en la calle. Porque vienen por todo, porque Milagro sigue presa, porque Santiago no aparece.
Colectivo de Medios Oveja Negra