[ENTREVISTA] Chile: “La elección muestra un rechazo mayoritario al sistema de mercado”
23 de noviembre de 2017
Sebastián Piñera y Alejandro Guillier disputarán el próximo 17 de diciembre una segunda vuelta electoral con final abierto. Resumen del Sur* conversó con Paul Walder, periodista y editor de El Clarín de Chile, quien analizó los resultados de la primera vuelta y las negociaciones posibles de cara al balotaje. El fracaso de las encuestas, la irrupción del Frente Amplio y la posibilidad de profundizar los cambios, algunos de los temas claves.
Por Augusto Taglioni
Otra vez fallaron las encuestas, ¿Qué balance haces del resultado de la elección?
Efectivamente las encuestas fallaron, pero aquí hay que decir dos cosas: primero que fallaron como han fallado en otros escenarios internacionales, como la elección de Trump, el plebiscito en Colombia o el Brexit. En Chile fallaron especialmente en la cantidad de votos que alcanzó el Frente Amplio, un nuevo emergente de izquierda al que le daban menos de la mitad de los votos que sacó en realidad. Un error enorme. Las grandes encuestas están ligadas a grandes centros de poder y usinas de pensamiento de la derecha. La encuesta más divulgada por la prensa hegemónica es la del Centro de Estudios Públicos (CEP) dirigida por un ex ministro de Sebastián Piñera. Hay una relación directa con el poder político, uno no puede afirmar nada, pero sí decir que levanta sospecha. Lo segundo es el balance del resultado electoral, ahí hay dos cosas claras: por un lado que Sebastián Piñera no consigue ni ganar en primera vuelta, ni asegurarse la mayoría absoluta y deberá enfrentarse a una segunda vuelta complicada. No es una fuerza emergente, sino que mantiene la tendencia que ha tenido la derecha anteriormente. También rompe con el discurso instalado en cuanto a que había un rechazo al proceso encabezado por Michele Bachelet de reformas al modelo neoliberal. Desde un comienzo, cuando llega Bachelet a la Moneda en 2014 recogió las demandas estudiantiles que se habían generado durante el gobierno de Piñera con marchas y movilizaciones masivas que querían el fin del lucro en la educación, es decir, sacar a la educación del mercado para que el Estado tome un rol más activo en gratuidad y en los subsidios al sistema de educación. Para eso había que hacer una reforma tributaria importante en donde los grandes capitales debían pagar más impuestos para financiar la reforma la educación. Desde entonces hay una campaña de la prensa hegemónica y de las elites financieras e industriales para instalar la idea de que la ciudadanía rechazaba las reformas. De esa manera, se instaló ese discurso desarrollado durante años a través de los medios, pero finalmente no era que había un rechazo a las reformas, sino que gran parte de los ciudadanos quieren la profundización de las mismas, la eliminación de los aspectos centrales del modelo neoliberal como el sistema de jubilaciones y pensiones privadas AFP, gratuidad universal de la educación, una reforma de la salud. Esto es lo que dicen los resultados de la elección: hay un rechazo mayoritario al sistema de mercado.
Teniendo en cuenta los números finales no es inapropiado decir que el progresismo tiene muchas chances de ganar la segunda vuelta. ¿Podrá Guillier profundizar sus propuestas para interpelar al 20 por ciento de votantes del Frente Amplio?
Hay un margen de movimiento bastante estrecho. No tienen tantas movilidades, pero es claro que el gran apoyo que necesita Guillier está en el Frente Amplio aun cuando hay partidos más pequeños. También está la Democracia Cristiana que es el más delicado de todos porque la decisión de ir aparte en las elecciones es porque no acuerda ni concede este proceso reformas. Ellos integraron la Nueva Mayoría y fue con quien hubo más tensiones a la hora de querer aplicar determinadas políticas progresistas. Es un partido que podría dividirse, es decir, un tercio podría votar por Piñera y el resto a Guillier. Está claro que tiene que lograr los votos del Frente Amplio y para eso tiene que hacer muchas concesiones, mirar a la izquierda y profundizar las reformas de Bachelet. Esa sería la lectura correcta y creo que es lo que va pasar aún en un país en el que los medios están completamente en manos del poder financiero y es muy probable que presenciemos muchas distorsiones a esta lectura de los resultados de las elecciones.
Y en esta línea, ¿ves posible que Piñera profundice un discurso más conservador y reaccionario para atraer ese 8 por ciento de Kast?
Piñera dijo que no se iba derechizar, pero claro, rápidamente Kast fue al comando de Chile Vamos para reunirse con él. Ese 8 por ciento no creo que sea libre y gratuito. Hay ciertos temas que se van a negociar como por ejemplo en los cambios culturales como el Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género y el aborto en tres causales, estas iniciativas han irritado al sector más conservador. Ahí seguramente habrá una negociación aunque Piñera dijo que iba a revisarlo si ganaba la presidencia. En el tema económico no creo que tengan mucha diferencia.
La ultraderecha hizo una buena elección, en Araucania por ejemplo sacó 12 por ciento contra un 3,5 del candidato de la Comunicad Mapuche. ¿Es para preocuparse ese crecimiento?
Yo creo que no, no es una sorpresa, la ultraderecha siempre ha existido. Lo que tenemos con Kast es más claridad respecto de quiénes son. Son ultraconservadores que defienden a los militares violadores de derechos humanos, a Pinochet y a la dictadura. Antes estuvieron fusionados con la derecha liberal de Piñera. Yo creo que saltan a la luz ahora porque estos cambios culturales les molestan, además de los temas históricos como los juicios contra los militares de la dictadura.
¿Qué rol tendrá el Congreso tal cual quedó ahora?
Yo creo que el cambio más importante que deja esta elección es la estructura del Congreso desde el fin de la dictadura, porque rompió con el sistema binominal que beneficiaba a las minorías y cristalizó una forma de dualidad, un duopolio conformado por la concertación y la derecha. Esto se extendió hasta este cambio del sistema electoral que debutó en estos comicios y permite una representación de más fuerzas en el Congreso. Por ejemplo, ahora ingresa el Frente Amplio que aumentó considerablemente su representación. Esto permite la circulación de nuevas fuerzas políticas y nuevos discursos para la sociedad. Creo que va a ir creciendo, va generar más cambios en el futuro y una politización de la vida social de los chilenos. En ese sentido es muy favorable.
¿Se rompe el mito del Chile conservador?
Eso es muy falso. La elite chilena es muy conservadora y tiene el control del mensaje que circula en los medios de comunicación. Yo creo que han tenido mucho éxito instalando discursos falsos como esa idea del chileno cerrado a los cambios. Hemos hecho cambios importantes como todos los que mencioné antes. Hay una gran contradicción con ese discurso de las elites y la realidad de todos los días.
*Medio especializado en política internacional. Parte del Colectivo de Medios Oveja Negra. Nota publicada en www.resumendelsur.com