En Brasil se asestó un golpe a la voluntad popular. Una maniobra palaciega, institucionalista desde la óptica de las democracias liberales y restringidas que aún conservan nuestros Pueblos, suspendió en sus funciones a Dilma Rousseff, electa por más de 50 millones de votos.

Brasil testimonia la ofensiva desatada en la región por las corporaciones económicas que apuestan al saqueo de nuestras riquezas naturales y la explotación de la herramienta más valiosa que  tiene nuestra tierra: sus Pueblos y la capacidad de su trabajo.

Una nueva fase del neoliberalismo, más violenta, con mayor odio acumulado por las conquistas alcanzadas en las últimas décadas, se siembra intensamente en las naciones con mayor potencia económica de la región.

Temer en Brasil, es Macri en Argentina. Y así de rápido el inútil que nos gobierna salió a reconocer un gobierno transitorio, aceptando la impostura de su asunción, como si las instituciones de las que abusaron, ya estuvieran condicionadas para terminar de configurar el golpe que está en marcha.

Macri es Neoliberalismo

Es la síntesis de un proyecto de exclusión de las mayorías populares. Detrás de su desprecio a la política se esconde su pertenencia histórica a la parasitaria elite de empresarios que exprimieron el Estado en su favor durante medio siglo en la Argentina. Detrás de su inutilidad se esconden los gerentes y profesionales de las corporaciones económicas que operan en la Argentina.

Detrás del marketing que lo depositó en la Rosada, se esconde un modelo de exclusión política, económica, social y cultural de las mayorías populares que conquistaron un piso de inclusión en la última década.

Macri es Odio

El de la historia y el acumulado en estos años. Son los hijos de aquellos que pintaron “Viva el Cáncer” para sintetizar su desprecio al Peronismo por haberle dado protagonismo en la historia a los más humildes, por haberles metido la mano en el bolsillo para que, aquellos que antes eran esclavos de los dueños de la Argentina, pasaran a ser trabajadores.

Son la síntesis electoral del desprecio a los negros, a que puedan ir al colegio a estudiar y no a comer. Que los desocupados a los que condenaron ellos mismos en los 90, puedan jubilarse. Son la revancha a los seis mil convenios colectivos firmados a la alza por Néstor y Cristina.

Macri es Ajuste

Llegaron para desmantelar el Estado. Para transformarlo en una herramienta inútil que de respuesta ante los derechos, que ellos mismos, se están llevando puestos.

Están implementando las variables macroeconómicas para achicar el bolsillo de los argentinos y enriquecer las arcas de los grupos económicos, comprometiendo el futuro de la Patria, reiniciando un ciclo de endeudamiento externo que demandará recursos de modo incesante.

Macri es Devaluación

Han transferido brutalmente una masa gigantesca de recursos desde el bolsillo de los trabajadores, los jubilados y los más humildes, a las finanzas de un puñado de veinte empresas con la devaluación anunciada entre bombos y platillos como “sinceramiento económico”.

Los dueños de los dólares en la Argentina (los bancos, las agroexportadoras, los especuladores) han  multiplicado sus ingresos en un 50% con tan sólo una decisión del Ministerio de Economía. La misma decisión que implicó un aumento brutal de los precios al consumidor, achicando el bolsillo de cada argentino

Macri es Tarifazo

Autorizaron incrementos inéditos sobre las tarifas de  servicios, del transporte, del combustible, con el objetivo de multiplicar los  balances  de las  empresas controlantes.

Hicieron desaparecer el Estado en sus herramientas  de  control de precios, dando rienda suelta a la especulación de las  empresas  formadoras  de precios y las  corporaciones que  concentran la comercialización de productos básicos.

Macri es Desocupación

Iniciaron un ciclo de persecución política sobre los trabajadores del Estado para desguazarlo. Frenaron el ciclo  de Obra Pública y con ello se llevaron puestos miles y miles de puestos de  trabajo en la construcción y la metalurgia. Desfinancian los medios de comunicación que no pertenecen al Clarín y La Nación y dejan miles de trabajadores de prensa en la calle.

Anuncian que vetarán la ley antidespidos, como guiño a las  patronales, para que continúen con el ciclo de  destrucción del empleo en la Argentina.

Precisan un mercado laboral disciplinado por los índices de  desocupación, para flexibilizar las condiciones de trabajo y achicar el salario. Necesitan un trabajo barato, casi esclavo, para alentar a sus inversiones.

Las consecuencias de la implementación de la agenda política del neoliberalismo, deja afuera del mapa de la Argentina a millones y millones de compatriotas que no encajan en el modelo empresarial con el que sueñan, proveedor de servicios a las grandes potencias. Están condenando a esos millones a no poder llevarse un plato de comida a la mesa. Por eso: Macri es Hambre.

La exclusión es el destino inexorable para las mayorías populares, quieren castigar a los trabajadores de este tiempo para disciplinar las generaciones futuras. Quieren restaurar el proyecto de una Argentina a la que le sobran provincias y gente que explotó por los aires aquel 20 de Diciembre. Por eso, Macri es Miseria

Pretenden imponernos la desesperanza como destino. Ignoran que peregrinamos 12 años de un ciclo de conquistas populares que no se pueden barrer a fuerza de marketing, bravuconadas mediáticas, cinismo e hipocresía.

Ignoran que la militancia se arraiga en convicciones y no en oportunismos e imposturas. Ignoran que venimos desde el fondo de la historia soñando la Patria. Ignoran que el peronismo es lucha.

En vísperas de un nuevo 25 de Mayo, la contradicción se hace más evidente aún, es Patria o Macri. ¿Te vas a quedar en tu casa esperando que la historia pase? 

                                                                                       Fernando Gomez

                                                                         Editorial Oveja Negra Medios