Oveja Negra

LA CRISIS DEL CORONAVIRUS


23 de marzo de 2020

Oveja Negra

Columna de opinión de Nana Bevilacqua

Por Nana Bevilacqua  

 

El epidemiólogo Larry Brilliant, quien contribuyó con la OMS para la erradicación de la viruela y participó en la lucha contra la gripe y la poliomielitis, sostuvo desde hace 15 años, la probabilidad de la aparición de un virus que causaría la muerte de 160 millones de personas.

 

Y advirtió que la recesión y depresión mundial “sería mucho peor para todos, que la muerte de tan sólo 100 millones de personas, porque muchas más personas perderían el empleo y los beneficios de atención médica, lo que hace que las consecuencias sean impensables”.

 

A ello agregó, que el auto-aislamiento y el aplanamiento de la curva de la tasa de infección durante unos pocos meses mantendrán al mundo seguro durante un tiempo, posponiendo el número de casos pero no disminuyéndolos.

 

Qué hacer? La sociedad de los hombres depende de un entramado infinito de partes económicas, sociales, culturales que se enlazan y dependen una de las otras. Es el efecto multiplicador de la vida. El que hace  por ejemplo, que el promedio de vida haya aumentado significativamente a través de los siglos. 40-50 años de vida promedio contra 70-80. Del que depende el bienestar y el progreso: las condiciones sanitarias, biológicas y científicas, entre otras. La certidumbre, el miedo, la paz, la guerra, la cultura dependen de esa estructura tejida a lo largo de los siglos, para hacer posible la condición humana.

 

La Historia con mayúscula de Occidente fue ese movimiento milenario de los hombres, cuyas capas geológicas llevan la dimensión de la humanidad, en la transición de un sistema a otro superior, como símbolo de su propia grandeza.

 

Hasta llegar al presente, cuando el sistema capitalista se cierra sobre su potencia para crear riqueza y reproducir a la clase que reina en el mercado global, pero se separa de los hombres como especie colectiva. Como sujeto del tiempo de la humanidad. Las crisis económicas del presente siglo, se resuelven con grandes concentraciones del poder y exclusión de las mayorías, separadas del trabajo y de los contextos esenciales para ser personas. Un tiempo tan enrarecido frente a los ciclos civilizatorios, que no deja dudas acerca de la necesidad de conocer filosóficamente, las razones de la decadencia del sistema frente a la razón universal de la Historia.

 

Mientras tanto, junto con la formación de las elites de un mundo fragmentado e inhumano, se ha expandido el pensamiento individualista en relación con  el significado de las organizaciones sociales. El sistema capitalista acumula valor existencial, frente a la raza humana. Está por encima de los pueblos; esa categoría que desde la antigüedad fue la promesa que legitimó el poder. Hoy han dejado de tener valor equivalente o simplemente valor. De las crisis de este siglo, se sale con más desigualdad social, pero el sistema sobrevive como dios por sobre todas las cosas.

 

En este contexto, aparece la epidemia del coronavirus y su amenaza de muerte. Según Brilliant podrían infectarse globalmente y morir  millones de seres humanos, en una pandemia de estas características. Pero por otro lado, hay que tener recordar, que la base científica con la que cuenta la humanidad es superior en conocimiento y está conectada globalmente, lo que aumenta las posibilidades de los descubrimientos científicos. En este caso, la vacuna.

 

Pero el Covid-19 también amenaza el funcionamiento de la economía; crea las condiciones de una gran crisis global y depresiva de la potencia del trabajo colectivo. Allí, también (según Brilliant y mi criterio), la amenaza se desparrama sobre el total de la especie humana. Ya no es la selección del contagio, sino la totalidad de los hombres.  Sin el entramado enriquecido y abierto al progreso de la sociedad de los hombres, la especie entra en peligro. Y de esa especie, primero morirán los más débiles, los desamparados, los humildes que viven día a día, sin otra certeza que la posibilidad que está en el día siguiente. El jornal para la subsistencia, fuera de toda posibilidad digital.

 

El verdadero sacrificio que puede llevar hasta el  desprendimiento de la vida, es garantizar que no se destruya la base de la sociedad de los hombres. Convivir racionalmente con el virus, con las limitaciones razonables para atemperar la propagación geométrica, pero en equilibrio para preservar las condiciones de la vida de la comunidad.

 

En la historia del siglo anterior, las dos guerras mundial se llevaron la vida de 40 millones de seres humanos, luchando por lo que cada uno concebía como lo propio, en guerras de reparto mundial. El holocausto mató a más de 6 millones de judíos. Las revoluciones socialistas antecedidas por la gran revolución humanista de Occidente, que fue la francesa, también honró a sus muertos.  Pero la humanidad siguió sosteniendo la historia.

 

Si desaparece la base material de la sociedad humana, por la decisión de evitar aunque sea la atroz suma de 160 millones de personas, podrá ser el fin de la era humana, o la peor de las selecciones que el hombre puede hacer de los más débiles.

 

Sin darnos cuenta que no es el virus el que hará la selección de la clase más fuerte: 170 millones sobre 7.000 millones donde pobres y privilegiados comparten la misma suerte; sino la decisión política de destruir la estructura productiva que es la acumulación del trabajo de siglos. Ese lugar de destrucción, sobre el que advierte Brilliant, es distinto a Hiroshima porque los que mueren colectivamente son los pobres de este mundo, que ya se cuentan por miles de millones y no tienen resto económico.

 

Qué pasará el 31 de marzo?. Sabiendo que el Estado no puede compensar los ingresos y el multiplicador de la vida de la esfera económica; en especial el Estado argentino, ya que la pandemia lo encontró en una fase de extrema vulnerabilidad. Sin moneda por la falta de respaldo en la creación de riqueza y con una pobreza marginal, que históricamente Argentina no conocía.

 

¿Se puede pasar tan fácilmente del convencimiento de encender el motor de la economía como garantía para la vida, a apagarlo casi por completo, de la noche a la mañana? El pensamiento crítico argentino desconoce las razones por las cuales el sistema capitalista expulsa masivamente al hombre de la esfera productiva, y marcha hacia las nuevas formas del absolutismo político sobre las personas. Si a ello se le agrega el error de la política de Estado frente a la pandemia, extinguiendo la base económica, se puede llegar a contribuir con la necesidad del sistema de eliminar a mayorías improductivas, y a continentes inviables.

 

En la tragedia los dos extremos son igualmente dolorosos: nada dejará de ser trágico. La humanidad se inmola encerrada en sus casas o muere por el microbio. La cuestión es que la política de Estado, puede ser la que está creando la tragedia humana.

 

 

Notas.

 

  1. Alemania tiene más de 20.000 casos de contagio, pero sólo 72 muertos. Desde que apareció el primer caso, se rastreó la cadena de contagio y se puso en cuarentena a todas las personas de contacto. Algo muy distinto al confinamiento social obligatorio y a la parálisis de la estructura productiva nacional. Los esfuerzos son sanitarios y sociales .

 

  1. Hoy sábado 21, en Argentina se produjeron 67 nuevos casos, de los cuales 45 fueron contraídos en zonas exteriores de riesgo y el resto por contacto autóctono. Esto explica, que del total, 29 pertenecen a CABA, 15 (la mitad) a la provincia de Buenos y el resto en distintas provincias del país en número bajísimo. Lo que demuestra que el virus y su expansión, no tienen origen en la pobreza. A menos que se demuestre que los 29 casos surgidos en la ciudad, tuvieron su centro en las villas. Y analizar los canales de contacto que determinaron los 22 casos restantes, hasta completar los 67. De otro modo, la expansión extrema de la cuarenta y la suspensión de la actividad económica, se quedan sin referencia.

 

  1. Sin embargo leo que Larreta prepara el confinamiento de la villa 31, modificando la forma en que se entregaba la comida. Se hará mediante el depósito de bolsones de alimentos y viandas, mientras se refuerza el aislamiento. Me hizo pensar en el tiempo de la peste amarilla en Buenos Aires, cuando se puso en cuarentena a la zona sur de San Telmo. A los pobres, a los negros y a los inmigrantes a los que se los culpaba de la transmisión de la peste. Las clases altas migraron hacia el norte, a la Recoleta. Y también en la Metamorfosis de Kafka. No leí que Larreta se preocupara por organizar el trabajo de los habitantes que está extra-muros. A pesar de que el virus es externo, traído por personas con capacidad económica, la sociedad de clases culpa a los pobres por la transmisión y los encierra en un ghetto. Es la oportunidad de la segregación social, aún cuando se limiten aún más las condiciones de la vida en las villas. Porqué no se pone en cuarentena a esas 29 personas de este sábado  y a su círculo de contacto?.
  2. A las consideraciones del científico Brilliant, le he sumado la lectura del epidemiólogo mexicano Aníbal Vivaceta, quien participó en Sierra Leona en la lucha contra el ébola. En el criterio principal, considera que una cuarentena absoluta mantendrá los contagios y no es la solución para combatir al virus. Por las siguientes razones.

 

En primer lugar, sostiene al igual que Brilliant y otros científicos, que no se conoce la estructura del virus ni su letalidad. Agrega que un científico de la Universidad de Stanford considera que el virus es masivo y que existe la posibilidad que el 80% de la población esté contagiada, pero sin presentar síntomas. En estos casos masivos, el virus es asintomático. (Que es lo que también dijo Merkl). Mientras la letalidad es aún desconocida, aunque se ha manifestado baja.

 

Por lo tanto, el confinamiento absoluto sobre una base de población con probabilidad del 80% de contagio, pierde su finalidad que es la de evitar el contacto físico. Ello desde el punto de vista de la pandemia. Desde el punto de vista del funcionamiento de las sociedades, frenar la economía de manera generaliza sin sustento científico, puede ser la causa de una catástrofe humana y social.

 

Y declara: “Una cuarentena total sin un sistema claro para identificar los casos, para reducir los riesgos de esa identificación y tener el máximo de confirmación de quién está enfermo y los contactos que tuvo, se vuelve un confinamiento eterno”. Es decir, la muerte de la sociedad de los hombres.

 

Creo que es la principal síntesis de la experiencia mundial: la política pública de moderación de la curva de expansión del  virus, debe estar dirigida al cercamiento de los casos conocidos y actuar sobre la cadena de contactos dictando la cuarentena sólo en esta medida particular. Evitando la cuarentena obligatoria de toda la sociedad.

 

Sostiene también, que en algún momento se encontrará la situación de equilibrio entre la enfermedad y la salud pública, ya sea por el descubrimiento de la vacuna o por la inmunidad natural que se desarrolle en las personas. Es decir, convivir razonablemente con el virus sin destruir los sistemas sociales.

 

 

 

CONCLUSION

 

Frente a estas evidencias de la ciencia creo que el 31 de marzo debería levantarse la cuarentena general y obligatoria, y poner en funcionamiento a las actividades que garantizan el normal desarrollo de la vida, como el sistema bancario. Mientras los millones de personas que viven de su trabajo diario, recuperen la posibilidad de sus vidas.

 

Y la política pública debería dirigirse a garantizar las condiciones sanitarias en las poblaciones marginales: camiones cisternas, alcohol, lavandina, elementos de limpieza, comida, análisis preventivos  del contagio. A la vez que se liberan las fuerzas de la producción y el trabajo.

 

Ni en Corea del Sur, ni en los EE.UU., ni en el norte de Europa, ni en Alemania, por ejemplo, los bancos fueron cerrados. Es más, la recomendación principal de la OMS es la realización de test de verificación masivos. Esto ha hecho que países como Hongkong, Taiwan, Japón, Corea del Sur (incluida China), hayan logrado frenar la expansión del virus, sin haber confinado a la población. En el caso de Corea del Sur, los bares están abiertos, la gente va a trabajar y la estructura productiva sigue su curso. Se realizan 10.000 test/por día y el uso de barbijos es general.

 

Es extraño que en los países de la periferia, donde las estructuras económicas presentan mayor vulnerabilidad al freno de la actividad económica y las grandes proporciones de trabajadores informales, cuentapropistas y monotributistas dependen para sobrevivir del trabajo diario(Argentina, Chile, etc.), las decisiones hayan sido más drásticas que en los países desarrollados, donde la vida cuenta con un contexto favorable.

 

Quién puede decidir encerrar a poblaciones precarizadas y desposeídas, si esa clausura atenta contra sus vidas? Máxime en una situación donde la ciencia considera que el confinamiento general no es el método indicado para combatir la multiplicación del virus. Al contrario, puede ser contraproducente.

 

¿Puede un acto de autoridad de poder, decidir el confinamiento de estas poblaciones, si esta decisión aniquila las posibilidades de sobrevivencia, por la pérdida de todas las libertades constitucionales?. Siendo que el acto debería ser de autoridad del conocimiento.

 

El Estado (ese poderoso Leviatán) no puede reemplazar la organización de la sociedad humana, donde se encuentran las garantías para la vida, a expensas de su disolución. O de la selección natural que se producirá, de los más fuertes sobre los desamparados del sistema. Crear ghettos de poblaciones vulnerables de millones de personas, con la consecuencia de una epidemia fatal, es una decisión antijurídica e irrazonable, aún en tiempos de excepción. En el Estado moderno, la moral está contenida en la norma jurídica.

 

Por lo tanto, si una nación tiene una población de millones de pobres que hace impracticable el confinamiento por ir contra la vida, la cuarentena general y obligatoria no puede adoptarse como política de Estado. A menos que se la disponga para las clases medias y altas, mientras las personas carenciadas pueden circular libremente. Es lo que se está debatiendo en el gabinete de López Obrador.

 

Como sostuvo el científico Brilliant, la depresión económica provocada puede tener características impensadas.

 

Si a la depresión mundial general, originada en el freno de la economía china y en la caída de la demanda global por la suspensión de la actividad comercial (bares, restaurantes, cines, museos, etc.), la industria hotelera, los puertos y la aeronavegación, que se multiplica en cadena sobre el resto de la economía; Argentina le suma la parálisis de la totalidad de la actividad productiva (salvo las conocidas) en un momento de profunda recesión y vulnerabilidad externa, por decidir la cuarentena obligatoria sobre la sociedad argentina, el futuro es de difícil pronóstico.

 

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