Oveja Negra

FEBO ASOMA


02 de diciembre de 2019

Oveja Negra

Reflexiones previas a la asunción de Alberto y Cristina

Por Nicolás Mechetti

A pocos días de la asunción de Alberto y Cristina, una mirada retrospectiva de estos cuatro años de neoliberalismo crudo, son el balance justo y necesario para poder proyectar el saldo cualitativo de organización que ha quedado plasmado como expresión de las distintas luchas que se han dado y que será el combustible fundamental en la nueva etapa que comenzamos a vivir.

Justo y necesario también es el debate que inaugura este nuevo capítulo en la larga marcha por la construcción de una sociedad más justa. Desde el Frente de Todos, pero sustancialmente desde el peronismo, debemos empujar las ideas fuerzas que den plafón a un nuevo proyecto político de poder popular. Alberto muy auspiciosamente lo ha dicho en reiteradas oportunidades: “Quiero ser quien inaugure una época de profundo debate en la Argentina”. Nos lo merecemos. 

Este debate, consideramos humildemente, debe tener un marco general. Algunas consideraciones ya se han echado a rodar: una política de Estado para eliminar el hambre a la cual están sometidos sectores de nuestro pueblo, apunta es esta dirección. Recuperar la capacidad adquisitiva de los salarios y transformar el modelo económico que conduce el sector especulativo financiero son dos ejemplos más. Discernir entre lo urgente y lo necesario, lo necesario y lo realizable, van a ir marcando el pulso de la dinámica política. Lo que no podemos hacer, es ir escondiendo debajo de la alfombra los desafíos a los que nos enfrentamos y la relación de fuerzas que debemos construir para poder encauzarlos exitosamente. De esto va a depender en gran medida la planificación estratégica del nuevo proyecto popular.        

Entendemos que el rol y la responsabilidad histórica de las organizaciones libres del pueblo es aportar a este debate. Entre esas tareas, militar la construcción del consenso social que necesitan todas y cada una de las decisiones que el gobierno va a tomar desde el 10 de diciembre, es determinante. Tenemos que ser los engranajes en esta nueva máquina que, de una u otra forma, nos hemos propuesto construir. 

Hemos reiterado en muchas ocasiones que el pueblo argentino no es un pueblo manso, que se deja domesticar y agacha la cabeza facialmente sobre todo cuando ve deteriorado su entorno material inmediato. Ya lo dijo el sabio general: “La visera más sensible del hombre es el bolsillo”.

Las expectativas de una rápida respuesta desde el Gobierno y el Estado son muchas. No como solución definitiva a tanto sufrimiento, despojo, carencias y marginalidad a la que nos ha empujado el gobierno de los privilegiados. Pero sí como punto de inicio en la larga marcha para poder poner nuevamente a nuestro país de píe.

Nos merecemos bellos momentos, y ocurrirán.

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