Denuncias cruzadas, la doble vara del Gobierno Nacional en tribunales
27 de enero de 2024
El pasado miércoles fue un día ocupado para el poder judicial. En el mismo día fueron realizadas cuatro denuncias de alto perfil, en el marco de la masiva movilización convocada por la CGT. Amenazas, hipérboles y utilización de la justicia por un gobierno decidido ir a fondo con el ajuste en una jornada de alto voltaje político.
Por Noelia Ferrario
El miércoles 24 de enero cientos de miles de personas asistieron a la convocatoria realizada por la CGT en contra de la ley ómnibus y el DNU decretado por Javier Milei. Enormes columnas de todo tipo de sindicatos se mezclaban con columnas de organizaciones sociales y políticas, asambleas barriales y gente suelta que fue a manifestarse contra el ajuste y el avance sobre los derechos democráticos. En este contexto Pablo Moyano, dirigente cegetista y orador del acto, enuncia una hipérbole en su discurso: “Si Caputo lleva adelante estas medidas, los trabajadores lo van a tirar al Riachuelo”.
Prácticamente en simultáneo, el mencionado ministro, “Toto” Caputo, tuitteaba lo que en el mismo tuit él advertía que no entendía como una amenaza: “Hoy mantuve reunión con el secretario de Hacienda y la subsecretaria de Provincias para delinear todas las partidas provinciales que se recortarán inmediatamente si alguno de los artículos económicos es rechazado. “Lo que dejó la jornada fueron tres denuncias contra Pablo Moyano por amenazas, y una denuncia de extorsión contra Caputo.
Al ser consultado al final del acto por los medios -previo a la presentación de las denuncias-, el dirigente camionero aclaró que “era una frase metafórica, no lo vamos a tirar de verdad al Riachuelo. Quienes me preguntan por esto no se sorprendieron cuando Espert, que es parte del Gobierno, salió a pedir bala o cárcel para quienes cortaban la calle”. Además de la serie de tuits pidiendo “bala o cárcel” que recuerda Moyano, Espert tuvo un tuit desafortunado en los últimos días cuando publicó una foto de un queso gruyere con la frase “A los asesinos de Umma.”
En simultáneo al acto que movilizó a más de 500.000 personas en CABA y 1.500.000 en todo el país contra la ley ómnibus, Caputo tuiteaba hablándole a los gobernadores que la consecuencia de no aprobar la ley sería un ajuste feroz a las provincias. El mensaje era tan amenazante, que el mismo Ministro se vio impulsado a aclarar en ese mismo tuit que no se trataba de una amenaza, simplemente “es la confirmación que vamos a cumplir con el mandato que nos han dado”.
Mientras que el Gobierno Nacional se dedicaba a realizar no una, sino tres denuncias contra Pablo Moyano y a realizar raudas declaraciones contra las “amenazas”, resultó llamativo el silencio al respecto de los tuits de Caputo y Espert. La denuncia realizada contra el primero fue llevada adelante por el abogado opositor Ariel Valloud, quien declaró que “Que el ministro de economía extorsione a legisladores y gobernadores para que le voten su proyecto, bajo apercibimiento en caso negativo, de hacer todo tipo de recortes a las provincias, es algo gravísimo e inaceptable”.
Mientras tanto, no se han realizado denuncias contra Espert por sus recientes exabruptos en los cuales promete “llenar de agujeros” a manifestantes y sospechosos de diversos delitos desde su lugar de poder como presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.
En medio de la lucha entre oficialismo y oposición por la ley ómnibus, se reedita una maniobra clásica del macrismo, al cual Caputo y Bullrich pertenecen: apelar a la justicia como herramienta para direccionar la discusión social e intentar que el tema de conversación no sea el medio millón de personas que le dijo que no en la calle al paquete de medidas del Gobierno, sino las declaraciones de un dirigente que exagera el sentir popular de sus bases para enriquecer su discurso.