COMUNICAR PARA VOLVER
07 de junio de 2019
7 de Junio. Carta del rebaño de la Oveja Negra en el día del periodista.
COMUNICAR PARA VOLVER
por Oveja Negra
“Rara felicidad de los tiempos en que se puede decir lo que se siente y sentir lo que se quiere.” (Cornelio Tácito)
La frase encabezaba la edición de la Gaceta de Buenos Aires, publicada por Mariano Moreno el 7 de Junio de 1810.
Moreno de lo único que se consideraba independiente, era del reino de España, y el oficio de comunicar, lo asumió como herramienta para multiplicar la voz de un proyecto revolucionario para ésta tierra.
Con esa convicción, nos reconocemos un 7 de Junio. Ser una Oveja Negra es asumir el oficio de comunicar desde la convicción militante. Es multiplicar la voz de un proyecto politico que abrace los sueños y esperanzas de un pueblo.
El periodismo independiente es la quimera de los que desprecian la política, o peor aún, de los que pretenden robarle la política como herramienta de transformación a los humildes de nuestra Patria. Es la bandera que enarbolan los grupos económicos de la comunicación que durante décadas defendieron su condición monopólica y sus privilegios económicos escudados en la libertad de expresiòn y la independencia del periodismo.
Atravesamos un tiempo en el que las grandes empresas periodísticas han empujado al periodismo hacia una abismo moral. Pretenden suicidar el sentido común, sacrificando la verdad en el altar de sus negocios. Han transformado la información en una mercancía preparada para satisfacer una sociedad de consumo moldeada a las necesidades de una minoría que se alimenta del sacrificio económico, el sometimiento político y la supresión cultural de las mayorías populares.
El periodismo atraviesa desafìos enormes. O es libre, o es una farsa, nos repite desde la historia el eterno Rodolfo Walsh. Libre de las grandes corporaciones, las que precisan periodistas sin ningún tipo de valor moral, que puedan comunicar una cosa u otra según las necesidades del patrón. Que puedan condenar el oficio a la noticia efímera, al contenido incomprobable, a la certeza irrefutable moldeada en los algorítmos de las nuevas tecnologías.
Libre de las corporaciones que se sienten dueñas de la libertad de expresión y condenan a la censura el pensamiento de la trabajadora o el trabajador de prensa. Libre de las grandes empresas que diseñan las curriculas profesionales de la academia, que hegemonizan la producción de contenidos para transformar al periodismo en una práctica mecánica orientada a vender información.
El periodismo vacío de valores, la tiranía estética por sobre la ética, la información mecanizada de noticias producidas como chorizo por una sóla usina de pensamiento, la proliferación de mentiras, el silenciamiento de los padecimientos, sueños y esperanzas de las mayorías, el ocultamiento de la organización popular como herramienta para la acción política, la cobertura sistémica de rumores y pasilleos de una clase politica para reducir la democracia a la opinión de un puñado de fulanos que pretenden reducir la política a su capacidad de facturación.
Contra todo ello nos sublevamos las ovejas negras del periodismo. Intentando construir un gran rebaño que se trace objetivos claros: COMUNICAR PARA VOLVER.
Volver a conquistar un gobierno en nombre de un proyecto político que permita reparar los sueños rotos por el neoliberalismo y encausar nuestra historia hacia un destino colectivo de felicidad.
Volver a pensar la comunicación como un derecho, y no como el negocio de un puñado de grandes corporaciones mediáticas que consolidan su posición monopólica para moldear un pensamiento único que legitime la dependencia económica, la injusticia social y la entrega de nuestra soberanía.
Volver a pensar la comunicación como el trabajo de los miles y miles de laburantes de prensa que no pueden llevar un plato de comida arriba de la mesa, ejerciendo su oficio. Volver a pensar la comunicación como un derecho al que se abrazan las experiencias colectivas que multiplican las voces y fortalecen la democracia.
Volver a pensar una comunicación cooperativa en la que las trabajadoras y trabajadores de prensa que asumen la propiedad de sus medios de producción no sean condenados a la asfixia económica y el estancamiento productivo.
Volver a pensar un sistema de medios públicos que engrandezca la Nación, que le otorgue protagonismo a sus trabajadoras y trabajadores que hoy ven amenazados sus puestos de trabajo en Telam, la TV Pública, Radio Nacional y el conjutno de los medios públicos.
Volver a construir entre todas y todos la Patria que soñamos.
Para eso, la comunicación es un terriotorio de disputa, y ahí andaremos las Ovejas Negras, como también decía Rodolfo, fieles al compromiso de dar testimonio en tiempos difíciles.
Feliz día las trabajadoras y trabajadores de prensa. En éste día, y cada día.