Oveja Negra

FRENAR A LOS DUEÑOS DE TODO


01 de octubre de 2017

Oveja Negra

Asistimos a un montaje mediático inédito de los últimos años de vida democrática en la Argentina. Los gendarmes de la comunicación, que blindan las decisiones más importantes del gobierno antipopular, son responsables directos del menosprecio por las instituciones, la república y las libertades democráticas que tanto vociferan defender. Solo basta observar el tratamiento que han tenido con la desaparición forzada de Santiago Maldonado, o la estigmatización permanente a los movimientos populares por los legítimos reclamos de ser incluidos en políticas públicas que amortigüen el desastre económico y social que el macrismo está generando. Ni que hablar de la persecución hacia aquellas ideas que no compartan la desarticulación del tejido industrial, el endeudamiento bestial, la reprimarización económica, la flexibilización laboral o simplemente la denuncia a un gobierno que se caga en los que menos tienen.

Pretenden disociar las conquistas de un pueblo que lucha por su felicidad, de la disputa de poder por la conducción del Estado y la defensa de los derechos conquistados en estos años.

"Nuestras clases dominantes han procurado siempre  que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas." Con esta brillante claridad Rodolfo Walsh nos advertía sobre el poder de fuego en los resortes de la formación y de la información que poseen los sectores dominantes. Pretenden disociar las conquistas de un pueblo que lucha por su felicidad, de la disputa de poder por la conducción del Estado y la defensa de los derechos conquistados en estos años. Persiguen con esta misma lógica, a quien supo encarnar la representación de los variados intereses de una sociedad compleja, con la firme convicción de construir un proyecto popular e inclusivo. Presentan como atemporales los conflictos que estallan semana a semana en todo el país producto de los despidos que genera este ciclo de ajuste. Son el cinismo recargado. Un gobierno que no puede hablar de presente, y necesita construir mentiras de largo plazo que oxigenen permanentemente su miseria planificada.

Resulta una tarea precisa en aras de desarmar la demonización constante de la figura de la mujer que condujo los destinos de la Patria en los años más gloriosos que vivimos las generaciones más jóvenes.

La ex presidenta y actual candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner, continuó esta semana con su recorrido por los altares del periodismo moderno. Dejando en claro que su estrategia de mostrar su lado más humano no es una puesta en escena fantasiosa, producto de una maniobra manipuladora. Por el contrario, resulta una tarea precisa en aras de desarmar la demonización constante de la figura de la mujer que condujo los destinos de la Patria en los años más gloriosos que vivimos las generaciones más jóvenes, aquellas que solo habíamos vivido el peronismo a través del testimonio de la añoranza de nuestros progenitores.

Esa mujer que durante los años que duró su mandato, y aún en los desastrosos casi dos años que lleva la gestión de Cambiemos, toleró la deshumanización absoluta de las voces del periodismo hegemónico, convertida en un ser frívolo, soberbio, y desvinculado de las necesidades sociales. La batalla contra ese estigma, va acompañada de la certeza de que solo el proyecto político que encarna la figura de Cristina, cuenta con el compromiso y el nivel de representatividad suficiente para poner un freno al ajuste económico y la exclusión social; al recorte del presupuesto educativo, y la inserción laboral de los más jóvenes (y menores de edad) en un sistema cada vez más precarizado. Al creciente nivel de desempleo y ocupación informal. Al congelamiento de las paritarias y los aumentos miserables que no alcanzar a paliar la inflación exorbitante, ni el tarifazo en los servicios públicos. A un sistema verdaderamente deshumanizado, que reprime el descontento con violencia. A un Estado que reniega de su responsabilidad por haber sido autor de una desaparición forzada, y los funcionarios que niegan ser cómplices.

Hoy, la fuerza de la memoria volverá a transitar sobre el cemento reclamando la inmediata aparición con vida de Santiago Maldonado, otra ausencia a la que no van a lograr acostumbrarnos.

Contando ya dos meses de la ausencia del joven, perpetrada por la Gendarmería Nacional, una nueva movilización reclamando por su aparición con vida fue convocada por su propio entorno familiar. Un grito del que hacen eco las organizaciones de derechos humanos, las organizaciones políticas y sociales, las gremiales estudiantiles, los sindicatos de trabajadores y trabajadoras, y toda ciudadana y ciudadano cuyo sentido de la democracia se encuentre conmovido por uno de los delitos más graves consumados en su contra. Por eso este domingo, primero de octubre, la fuerza de la memoria volverá a transitar sobre el cemento resquebrajado del olvido, con destino a la plaza de los más recordados y recordadas, reclamando la inmediata aparición con vida de Santiago Maldonado, otra ausencia a la que no van a lograr acostumbrarnos.


                          Colectivo de Medios Oveja Negra

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