Oveja Negra

EL MAL PARA EL NEOLIBERALISMO: LA ORGANIZACIÓN A TRAVÉS DE LA ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA.


15 de marzo de 2019

Oveja Negra

¿Las organizaciones de la economía popular juegan un papel preponderante en la economía?, ante esta pregunta, la respuesta es un sí, las formas de organización de la economía popular tienen como sentido la producción de bienes y servicios para el propio consumo o comercialización, la obtención de ingresos mediante el denominado circulo virtuoso económico, inversión, producción, empleo y consumo contribuye al desarrollo económico y por ende al bienestar.

Por Ariel Miño*

En el nuevo gobierno de la derecha conservadora representada por la Alianza Cambiemos en tres años, lleva implementando políticas económicas denominadas “Sinceramiento de Precios” que han tenido como resultados, aumentos sostenidos de varios productos de la canasta básica de alimentos, perjudicando el salario real de los consumidores y beneficiando a los grandes grupos concentrados y a las grandes cadenas de hipermercados. Con la devaluación y un ineficaz control por parte del Estado en cuestión de precios se presentó un escenario ideal para los especuladores de siempre: los grupos que monopolizan la producción y las grandes cadenas de hipermercados que manipular el abastecimiento y la fijación de precios.

Es dable destacar, que en épocas de grandes crisis, recesión económica y especulación de la producción, la Economía Social y Solidaria (ESS) se organiza y actúa como agente multiplicador en forma silenciosa en los distritos de la provincia de Buenos Aires. Es una constante que se repite y se desarrolla en los barrios, en cada pueblo, en las organizaciones, entre los trabajadores que buscan nuevas respuestas ante la falta de trabajo y el recrudecido deterioro social por parte de un gobierno neoliberal sustentado en el mercado. Macri, Vidal y sus gobiernos de CEOs en estos tres años de gobierno condujeron a la Argentina implementando y avanzando en políticas corporativas de mayor concentración económica que generan mayores niveles de exclusión social.

Ante esta situación que nos plantea como monopolización y especulación el neoliberalismo, se puede pensar iniciativas que conllevan organizaciones y actores de la Economía Popular y Solidaria proponiendo diferentes formas de organización para el consumo garantizando el acceso de las personas a los productos de la canasta básica alimentaria. Si bien estas iniciativas se remontan a experiencias con las primeras ferias francas, durante los últimos años, en distintos lugares del país y de la provincia de Buenos Aires, se desarrollaron mercados populares y redes de comercialización solidaria con el objetivo común de reducir la cantidad de intermediarios entre consumidores y productores garantizando un precio justo.

La idea es llegar a los consumidores a partir de la denominada economía social y solidaria, ferias, mercados populares con productos de cooperativas, compras comunitarias. Se destaca, el distrito de Florencio Varela, no es ajeno a la situación por lo cual los vecinos están atravesando, en este sentido, el gobierno municipal está llevando adelante e implementando el “Mercado Activo” incorporando combos de mercadería para disminuir aún más los costos de una compra, como: frutas, verduras, alimentos de almacén, pan, huevos, quesos, fiambres, miel, galletitas, pastas, lácteos y pescado. El programa municipal busca ayudar a vecinos, productores y comerciantes varelenses en este difícil contexto económico.

Ahora bien, ¿las organizaciones de la economía popular juegan un papel preponderante en la economía?, ante esta pregunta, la respuesta es un sí, las formas de organización de la economía popular tienen como sentido la producción de bienes y servicios para el propio consumo o comercialización, la obtención de ingresos mediante el denominado circulo virtuoso económico, inversión, producción, empleo y consumo contribuye al desarrollo económico y por ende al bienestar. Aunque no se encuentra aislada de las lógicas del mercado, la economía popular y solidaria se desarrolla bajo otras prácticas y otros valores convirtiéndose cada vez más en una alternativa de consumo donde día a día las familias comienzan a reemplazar aquellos productos de consumo cotidiano que antes adquirían en el supermercado por las producciones que les acercan las distribuidoras o bien a través de las ferias y economías barriales.

Es una alternativa de desarrollo y transformación capaz de autosostenerse y autodesarrollarse. Las denominadas “economías sociales y solidarias” pueden construirse a partir de la matriz de alianzas socioeconómicas populares dinámicas, teniendo como desafío asumir un rol activo, apostando con no generar trabajo de explotación, sino uno que contemple valores cooperativos y solidarios. Ante este escenario que nos ofrece el modelo neoliberal de Macri y Vidal, la organización es el motor primordial para la resistencia al modelo de exclusión social imperante. La coyuntura política nos hace en pensar y repensar en que se requiere fortalecer la organización popular, fortalecer las identidades culturales, promover valores de solidaridad y cooperación, y sobre todo pensar en un modelo económico y social donde la distribución de la riqueza sea equitativa.


*Doctor Gobierno y Administración Económica, Docente e investigador Unaj, Secretario de Política Económica (Partido de la Victoria Pcia Bs As).

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