Oveja Negra

[DOSSIER] LAS MUCHACHAS PERONISTAS (II)


19 de octubre de 2020

Oveja Negra

Dossier Nº 3: segunda parte de un recorrido por diferentes aspectos contado por compañeras que protagonizaron y protagonizan la construcción de uno de los movimientos de masas más grande de Sudamérica? EL PERONISMO.

LAS MUCHACHAS PERONISTAS

 

El peronismo irrumpe en la escena política a partir de una pueblada obrera el 17 de octubre de 1945 y días previos. A la misma convergen mujeres y hombres de abajo, de a pie, que venían protagonizando diferentes procesos de lucha por ampliar derechos y vivir mejor. El 17 de octubre, las trabajadoras y los trabajadores logran definir la contienda entre las fuerzas conservadoras de la reacción y aquellas que bregaban por una Argentina de posguerra bajo nuevos parámetros de producción económica, distribución del ingreso y ejercicio pleno de derechos democráticos. A partir de entonces, las formas de hacer política cambiaron para siempre.

El presente dossier intenta ser un recorrido por diferentes aspectos contado por compañeras que protagonizaron y protagonizan la construcción de uno de los movimientos de masas más grande de Sudamérica… EL PERONISMO.

En la primera parte, Ana Luz Balor, concejala de Tres de Febrero e integrante de Descamisadxs, junto con Gloria Canteloro. 

En ésta segunda parte de éste dossier, Cristina Bárbaro Muro, Carina "la Tana" Albertini y Carolina Padelcq

 

LA MEMORIA COMO VERDAD COTIDIANA

Cristina Bárbara Muro, peronista de toda la vida. Luchadora desde el primer momento por lograr saber la verdad de qué hicieron con nuestros 30 mil desaparecidos… desaparecidos por militantes, por peronistas.

ON. ¿A qué edad y dónde empezaste tu militancia política?

Mi militancia empezó efectivamente en el año ´69 a partir del Cordobazo. Yo vengo de una familia peronista, mis papas se separaron cuando yo tenía 5 años en el ´56 después de La Fusiladora.  Así que me crie con todo lo que ellos me contaron y me educaron, incluso con los recuerdos de lo que fue La Fusiladora, los bombardeos a Plaza de Mayo y toda esa violencia. La conciencia peronista la tuve desde chica, lo que me llevo a crecer con una conciencia social y política.

Después del Cordobazo, yo tenía 18 años, un compañero del trabajo de mi mamá que era militante y con él empecé a ir a diferentes marchas donde aprendí lo que era la represión. Ahí empecé a ir a los lugares donde se pasaban los mensajes que mandaba Perón desde España. Esos fueron mis primeros acercamientos a la militancia. Luego, en el ´72 yo empecé a militar con compañeros que formaban las primeras agrupaciones de la Juventud Peronista en el territorio de Monserrat y San Telmo pintando las consignas de “Luche y Vuelve”.

ON. ¿Cómo era militar en ese entonces? ¿Qué tareas realizan, en qué momento lo hacían?

La militancia era un compromiso ideológico que se tenía con el prójimo en el territorio donde uno participaba. Nosotros estudiábamos, trabajábamos, cada uno tenía su historia, y militar era ir a los lugares en los que cada uno participaba luego de ir al laburo o a la escuela. Ni soñábamos con una militancia rentada y con lo que hoy puede llamarse, cada uno tenía el trabajo de su profesión o de lo que se dedicaba.

Recuerdo que una vez fuimos a la Villa 21 para ver al referente del barrio, porque a nadie se le ocurría ponerse a hacer algo sin haber “entrado al barrio”. Él nos contó que no tenían tiempo de sentarse a charlar porque estaban haciendo zanjas para poner más canillas en la villa, porque había una sola. Así que nos sumamos a la tarea por muchas semanas. Cuando terminamos el barrio hizo una gran fiesta porque tenían más canillas, entonces, este hombre nos dijo: “bueno, ahora ya saben lo que es ser pobre… ahora sí nos podemos sentar a hablar de política”. Esta fue una de mis primeras lecciones políticas.

ON. ¿Qué balance hiciste vos y tus compañeros de la renuncia de Cámpora en ese entonces?

La renuncia de Cámpora nos agarra a todos muy mal parados. Lo sentíamos como un triunfo de la derecha de Lastiri y López Rega, del enemigo interno. Pero, le pusimos toda la fuerza porque se venía otra elección y el General Perón volvía a la patria luego de 18 años y volvía a ser presidente por tercera vez. Recuerdo que cuando se ganó fuimos marchando hasta la CGT donde esta Perón para festejar; eran cuadras y cuadras apretadas de lo que eran las Regionales, compuestas por los vecinos que nos acompañaban.

ON. Militando conociste a Carlos “Lito” Alberto Chiappolini, con quien te casaste, tuviste dos hijos y compartiste un proyecto de vida. ¿Cómo era la cotidianeidad de una pareja militante antes y después del golpe de 1976? ¿Qué nos podés contar de Lito?

La vida de la pareja era abarcar todo. Nosotros teníamos nuestra vida, trabajábamos, una familia, fiestas, cumpleaños, pero toda nuestra vida estaba basada en la militancia política. La pareja era empezar a convivir, a formarnos como pareja, luego quedar embarazada en el ´74. Ese embarazo fue muy bienvenido por los compañeros, por la familia, por todos porque era el primero del grupo militaría, fue un momento muy lindo.

Antes que nazca mi primer hijo, en el ´74 muer el Viejo (Perón) y se empezaban a ver más las contradicciones. Ahí nosotros tomamos real conciencia de que lo que se viene es bastante jorobado porque lo que queda al mando era todo lo que para nosotros era el enemigo interno, la derecha peronista: López Rega, Isabel, Lastiri, la CGT y toda esa gente. Más allá de que todos éramos peronistas, había diferentes posturas y movimientos divergentes.

Así transcurrió la vida en pareja. Empezaba el acciona de la Triple A y se venían situaciones comprometidas y muy jodidas. Nuestro compromiso fue absoluto y total acompañando a los compañeros en esas situaciones. El de Lito, mi compañero, incluso mayor que el mío porque yo tenía militancia territorial, pero él estaba consustanciado con Montoneros.

Lito cuando nos casamos tenía 20 años, y cuando se dio el golpe tenía 23. Nuestra vida giraba en torno a la militancia. Todo lo que era nuestra vida social, de pareja, eran en rededor de la militancia. Lito era un tipo muy comprometido, muy honesto, muy lea y un padre espectacular con Gustavo (nuestro hijo mayor). Compañero, paciente, siempre de buen humor, amaba la música, era fanático de los Beatles y de Spinetta, era un buen tipo.

Nosotros apostamos a formar una familia. Y la militancia, el peronismo, era el propiciador de la justicia social, la soberanía política y económica, creíamos en una revolución a través del peronismo. Ese era nuestro estilo de vida: la pareja, la militancia, los compañeros, las fiestas, los carnavales, nuestro hijo.

ON. El 26/02/77 un comando de la marina secuestra a Lito y lo desaparece para siempre. ¿Cómo fueron tus primeros pasos en los organismos de DDHH?

Después del golpe, en el ´76, la situación es muy complicada. Ya hacia fines del ´75 los compañeros empiezan a caer presos, a desaparecer, comienza una situación muy angustiante porque Montoneros decreta el pase a la clandestinidad. Y todo lo que eran las Unidades Básicas se cierran, y en el territorio todo pasa a quedar fuera de sentido, se desbarajuste todo. Se pasa a la clandestinidad, pero todos seguimos viviendo en los mismos barrios, militando con la gente de manera no oficial, pero seguíamos.

A partir del golpe, nosotros estuvimos, discutiendo mucho como seguíamos. Se nos presenta la disyuntiva, porque yo tenía militancia territorial y Lito estaba en Montoneros. Así que estuvimos un mes discutiendo si nos separábamos o no, y como nuestro proyecto era estar juntos, la familia, la militancia, lo que para nosotros era lograr que el peronismo volviera a estar en el gobierno, la revolución. Si era todo eso, no entendíamos por qué teníamos que separarnos, así que decidimos correr los riesgos y seguir juntos.

Yo quedo embarazada de mi segundo hijo. Ese año es espantoso, de no tener donde vivir, de saber que caían los compañeros, que desaparecían, ya sabíamos la existencia de los centros clandestinos. Desde ahí fue toda una vorágine realmente espantosa. De tener pocos amigos que se solidarizaban, de ver que los parientes se borraban, de alejarnos de nuestras familias por seguridad.

El 26 de febrero se da la caída de Lito y la irrupción en mi casa de la patota de la ESMA dirigida por Ricardo Miguel Cavallo. Un represor muy joven, que tenía mi edad, 25 años. Mi hijo más chico tenía 5 días y el más grande 2 años y medio, me tuve que volver a la casa de mi mamá en La Boca. A partir de ahí fue toda una peregrinación para tratar de averiguar algo de Lito.

En Tribunales presentando un habeas corpus conozco una mujer que buscaba a su hermano. Ella me anoto en un papel la dirección de todos los lugares donde yo podía ir a averiguar o pedir ayuda. Yo había quedado descolgada absolutamente de todo el mundo. En marzo del ´77 empecé a ir a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y me junté con algunos familiares de desaparecidos y presos políticos. Más de 10.000 presos políticos hubo en la dictadura. Y ahí es donde me incorporé, en lo que hoy sigue siendo mi Organismo: Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, que se formó en el ´76. Ahí empieza una larga lucha que atraviesa toda la dictadura, los años de Alfonsín, el Juicio a las Juntas, las leyes de impunidad del Punto Final y Obediencia Debida. Luego con el menemismo, que fue luchar contra un sistema que quería ocultar bajo la alfombra lo que había pasado en la dictadura. Buscábamos que se sepa que es lo que había pasado y que se haga justicia… es lo que seguimos haciendo hasta hoy.

ON. ¿Qué implicó para vos que Néstor Kirchner transformara la ESMA en el Espacio Memoria y DDHH?

Hay lugares que fueron centros clandestinos, campos de concentración con similitud al de los nazis. Siempre decíamos que la ESMA y Campo de Mayo eran grandes referentes de lo que había sido el terrorismo de Estado. Siempre fue una consigna: “la ESMA para el pueblo”. Siempre los organismos tuvimos esa consigna, ese reclamo, esa exigencia, al poder de turno en el gobierno.

Cuando aparece Néstor Kirchner, yo estaba trabajando en el Ministerio de Desarrollo Social, y un compañero me invito a participar en la campaña de Néstor presidente, era a fines del año 2002. Tuve el honor de ver la llegada de Alicia Kirchner al Ministerio y darlo vuelta recuperando la dignidad de los más vulnerados, como lo había hecho Evita.

Así que, para mí, la llegada de Néstor significó un montón de cosas. Lo primero que hizo fue dar de baja todas las cúpulas militares, luego presentar una Ley en el Congreso para que se anulen las leyes de Obediencia Debida y Punto Final para que se puedan retomar los juicios que habían quedado truncos. Y el 24 de marzo de 2004 entrega el predio de la ESMA a los organismos de derechos humanos, fue muy emocionante. Lo que para nosotros había sido una consigna de años ahora era una realidad.

Y así fue como se decidió que ese fuera un espacio donde la memoria fuera una verdad cotidiana, pero sobre todo donde la vida pudiera triunfar sobre la muerte, la desaparición y la tortura.

ON. Luego de tantos años de lucha, ¿qué es el peronismo para vos?

El peronismo sigue siendo la conciencia social con la que me crie de chica, con la que pude entender los derechos de los trabajadores, de los niños y anciano. Era y es lo que puede lograr una justicia social que de igualdad de oportunidades a todos. Para mí el peronismo sigue siendo eso.

Estoy cercana a cumplir 70 años. Viví la salvaje Fusiladora, los bombarderos, el cómo tiraban las estatuas de Evita y Perón, vi como desaparecían gente en el barrio, la persecución, de cómo quemaron las sábanas de los hospitales de la Fundación Eva Perón… las convicciones siguen intactas. Tenemos que estar unidos y pelear por una Patria libre, justa y soberana como nos enseñó el General Perón.

 

“EL ESTADO COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACION”

Carolina Pedelcq es concejala en el partido bonaerense de General San Martín y militante del Movimiento Evita, peronista y feminista que hace de su banca una herramienta de transformación para los más humildes.

ON. El movimiento peronista irrumpe un 17 de octubre en la escena del país burgués para reparar injusticias, crear derechos y defender nuestra soberanía. En la actualidad, ¿cuáles son las injusticias a reparar, qué nuevos derechos deben ser garantizados y en qué aspectos de nuestra soberanía tienen que ser protegidos?

Creo que hay mucho de ese Movimiento Peronista que irrumpe un 17 de octubre que aun hoy se sostiene, que tiene que ver con los derechos laborales, con los derechos de los más humildes y las más humildes y con un acceso justo a todas las instituciones del Estado. Lo que yo creo que cambia un poco es ese sujeto trabajador, trabajadora, de la década de los ´40 que hoy en día se representa tal vez en una diversidad donde irrumpe claramente un sujeto excluido.

En ese momento el acceso a una vida digna tenía que ver con un trabajo formal y derechos laborales, y hoy ese sector y esa masa trabajadora ya ni siquiera tiene el acceso a un trabajo formal. No porque una política de Estado no lo considere, sino porque toda la sociedad y toda la humanidad va quedando excluida del mercado formal de trabajo porque ya no quedan, justamente, puestos de trabajo. Por lo cual, toda esa masa salarial, esa sujeta trabajadora, ese sujeto trabajados, tienen otras condiciones y mayores niveles de exclusión. Yo creo que al cambiar las condiciones también ha cambiado el sujeto de ese peronismo. Y donde las injusticias son más difíciles de resolver por la concentración del Capital, la disminución de los puestos de trabajo por el avance de la tecnología, el crecimiento poblacional, por lo cual para el Estado es mucho más grande para poder incluir. Y es ahí donde surge la organización social y comunitaria como extensión de ese brazo del Estado.

Y por otro lado nos pone en agenda discusiones mucho más amplias como el acceso a la tierra y la dignidad de la vida que disminuye con el hacinamiento y la concentración de población en las grandes urbes. El acceso a la tierra es un debate que hay que dar de fondo.

ON. El peronismo es una identidad política argentina surgida de lo mejor de las luchas de emancipación latinoamericanas. Bajo el nombre de feminismo coexisten varias miradas a nivel internacional, regional y local. ¿Peronismo y Feminismo son dos identidades contradictorias o complementarias?

No solo son totalmente complementaria, sino muy parecidas. Se dice que hay tantos peronismos como peronistas, bueno, también hay tantos feminismos como feministas. Por lo cual, dentro del peronismo se abrazan bajo las mismas consignas una diversidad de ideas que muchas veces son incluso contradictorias entre sí, pero que tienen un mismo objetivo. En el feminismo pasa lo mismo.

A mí me parece que hay feminismos, que tal vez son un poco más académicos o hacen aportes teóricos y hay feminismos populares que dan discusiones mucho más amplias y más complejas porque incluyen toda esa diversidad que es la que incluye el peronismo. Si entendemos al feminismo como un movimiento que busca alcanzar la justicia y la igualdad entre los géneros, entendiendo las diversidades de donde vienen, me parece que es muy similar a lo que el peronismo vino a hacer acá con desandar las desigualdades de quienes son más humildes y tienen menos acceso y menos poder.

ON. Hay sectores al interior del peronismo que han acompañado muchos de los derechos conquistados por la lucha feminista, pero que ponen reparo cuando se trata de debatir el aborto porque lo ven alejado de la ortodoxia justicialista. ¿Qué opinión te merece esta cuestión?

La doctrina peronista se tiene que reactualizar. Y eso lo pienso no solo con el peronismo, sino con todas las doctrinas políticas. No podemos tener ideas dogmáticas, que es justamente lo que criticamos muchas veces de la izquierda, cuando tenemos un mundo totalmente diferente un siglo después. Esas concepciones atrasan e imponen una visión muy lineal de la complejidad de las situaciones. Vivimos en una sociedad complejas que requieren respuestas a temas complejos y no podemos tener respuestas binarias, polares o simplificadas a estas complejidades.

Y cuando hablamos del acceso al aborto legal, del acceso a la interrupción del embarazo, es necesario que lo pensemos como una política de Estado, como una política pública y no como una creencia o religión. Entiendo que el debate del aborto es complejo porque el peronismo siempre ha sido cristiano y promovido esas creencias, pero también hay sectores de ese cristianismo o catolicismo que entienden que esas respuestas o propuestas a las demandas actuales necesitan respuestas elaboradas y no tan simplificadas en dogmas polares de si es o no una vida.

De alguna manera, simplificar el debate es menospreciarlo. Ese sector del peronismo es, sobre todo, un sector que gobierna o que hace política en provincias en que es consecuente también el nivel de injusticia que hay con el tipo de gobernantes que se genera. En las provincias con mayor desigualdad y donde hay mayor pobreza, el peronismo es más conservador.

ON. El Movimiento Evita se para desde la tradición del Peronismo Revolucionario, no hay dudas. ¿Cómo se refleja esta tradición en tu lugar de Concejala en Gral. San Martín?

Ser concejala y representar lo que el Movimiento Evita representa es no abandonar nunca los valores con los cuales nos construimos. Estos son los valores de defender siempre a los y las más humildes, de construir poder popular, de entender nuestro rol en el Estado como una herramienta para quienes han sido más postergados puedan acceder a más derechos y más recursos.

Para el Movimiento Evita el acceso a cualquier lugar del Estado es una herramienta para construir mayor Justicia Social y éste siempre nos va a mantener muy ligados al territorio porque es de dónde venimos y construimos. Son lugares que accedemos luego de transitar un tiempo de militancia que nos deja otro tipo de experiencias y sabidurías a las que se acceden por capacidades individuales o profesionales, que no digo que sean menos, pero que si son otro tipo de conocimientos que no parten de la experiencia. Ese tránsito, y no solo por venir de los barrios, de la militancia popular acompañando esa lucha callejera o de los barrios, nos concibe de otra manera frente al poder. Transitar eso, el territorio, deja muchas marcas y juega muchísimo en las decisiones que toma y hace cuando ocupa un lugar de poder.

 

“SIN IGUALDAD DE GENERO NO HAY JUSTICIA SOCIAL”

Carina “La Tana” Albertini, bonaerense nacida en Hurlinghan y quilmeña por adopción, es una militante del campo nacional y popular con una trayectoria de más de veinte años. O, como se define ella, es “una peronista de barrio que con los años también se va volviendo todos los días cada vez más feminista”. La Tana es responsable de conducir el distrito de Quilmes como militante de la Corriente Peronista Descamisados.

ON. ¿Qué es lo que define, hoy, en la Argentina, a una persona como peronista? ¿Desde cuándo militas políticamente y por qué?

Bueno, conociendo la respuesta que el General supo dar a esta pregunta en su momento, es difícil no sonar repetitiva.

En primer lugar creo que solo nos llamamos peronista en la Argentina de Perón, puesto que en otros países de nuestra patria grande, seríamos Chavistas o del Mas en Bolivia, por ejemplo, porque eso también nos hace ser Peronistas. Por el contrario de lo que creen otras y otros argentinos de otras fuerzas políticas, que han ido a Bolivia para "apoyar" con su discurso al pueblo boliviano y acá están en contra del peronismo, en fin.

Respecto de lo que define a una persona peronista, creo que ayer, hoy y siempre, para quien conozca y comprenda la doctrina que abrazó nuestro Movimiento, quien haga carne su ideología abandonando toda clase de mezquindad política y persiga sus sueños en función de transformar la realidad colectiva entendiendo que el proyecto de Néstor y Cristina es la mejor manera de ejercer el peronismo en la Argentina de hoy, bueno, desde mi humilde opinión considero que puede llamarse Peronista. 

Siempre digo que la militancia salva. Mi experiencia comienza a mediados de la década del 90 con toda la efervescencia de la impotencia que aquellos años parecía legarnos a las juventudes que nos amalgamábamos en espacios con buenas intenciones de construcción, con mucho Rock y poesía pero, con poco peronismo.

Antes participaba en algún barrio con objetivos meramente solidarios. Más adelante por cuestiones personalmente dolorosas, comencé mi camino militante seriamente comprometida y movilizada sobre todo por la persecución y la violencia institucional que recibíamos las y los pibes y muy especialmente por los casos de gatillo fácil que se iban volviendo moneda corriente por aquellos tiempos.

ON. ¿A tan pocos meses de haber asumido Mayra Mendoza como Intendenta de Quilmes, qué cosas cambiaron y qué es lo que le está faltando al distrito?

Después de que la comunidad de Quilmes fue atravesada por cuatro años de macrismo a nivel nacional y a nivel local, podría decirse que todo está por hacerse. Por otra parte, en cualquier ámbito y desde cualquier ángulo, es complejo puntear como juzgar una dinámica de construcción en plena pandemia. Aun así, lo primero para destacar que marca un exponencial antes y después de las políticas quilmeñas, es la intención de gobernar con perspectiva de géneros. Hay una notable formación feminista en la intendenta. Su equipo de mujeres y su modelo de gobernabilidad vienen estrictamente de esa mano, algo que particularmente celebro.

ON. ¿Qué tipo de vínculos se establece entre la construcción territorial de base y el poder local municipal? ¿Cuál es el rol de la Organización en ese plano?

Quilmes es un distrito áspero en general ya que existe una gran minoría, una marcada porción de la ciudadanía compuesta por indecisos y opositores. Que hoy en el territorio este construyendo con militancia, una organización como Descamisados, es una pequeña victoria para nosotras y nosotros que nos cuesta mucho sacrificio, tenacidad y perseverancia.

La pandemia lamentablemente va dejando como saldo un abismal déficit laboral que apareja  una grave variedad de consecuencias para el pueblo. También deja a las claras la necesidad de trabajar en conjunto con las organizaciones sociales y políticas qué son las que con sus ollas populares, roperitos comunitarios, el reparto de mercadería en diferentes puntos solidarios, etc., estamos dándole una mano a nuestras vecinas y vecinos al mismo tiempo que  junto a las y los trabajadores  formamos la nueva columna vertebral del movimiento, somos las y los que sostenemos y ensanchamos las espaldas de nuestro proyecto nacional y popular y la de nuestros gobernantes, en este momento difícil de transición. Momento en el que la oligarquía, al revés de nosotros, entiende que, en lugar de un derecho, de cada necesidad nace la oportunidad para romperlos.

Es nuestra obligación como organización y la de quienes nos gobiernan, trabajar concatenadamente, rodeándonos de leales para consolidar las bases de la construcción que queremos dar. Agregando que estamos pudiendo hacerle frente a la pandemia de la manera que lo estamos haciendo, porque tenemos un estado presente que desde el minuto cero tiene a la militancia acompañando en la calle con lxs vecinxs.

ON. ¿Qué busca Descamisados militando socialmente en las barriadas humildes? ¿Por qué se lleva adelante un trabajo de base territorial con los sectores populares?

 Que "nadie se salva sólo" puede sonar trillado. Sin embargo, en las zonas más desproporcionadas, en los barrios más carenciados se vuelve una realidad efectiva. Nadie mejor que los pobres saben que nadie se salva solo.  Como Descamisados enarbolar la bandera de la Comunidad Organizada debe ser el objetivo principal, para ello la premisa es que bajo el cielo de los Derechos somos todas, todos y todes iguales, pero los derechos hay que salir a conquistarlos y por eso la militancia debe estar en cada lugar donde falte organización y formación. La militancia debe hacer base popular, porque desde ahí saldrán las  nuevas dirigencias que conduzcan el destino de nuestro pueblo. Cómo Descamisados tenemos el orgullo de sentir que la patria es el barrio y por eso estamos donde hay que estar.

ON. ¿Se puede construir organización y poder popular si hay que afrontar constantemente las necesidades más básicas como el hambre y la falta de trabajo?

Claro que no se puede vivir tapando baches y atajando todas las pelotas que nos tira el Estado, pero, en este caso ahora que somos gobierno, creo que es el momento donde más hay que fortalecer la idea de la organización y el poder popular, como dije antes, los derechos hay que salir a conquistarlos y el trabajo y que no falte el plato de comida en cada hogar son derechos que debemos recuperar.

Por supuesto, que en esta situación compleja a nivel global las condiciones son otras y el desafío es más grande aún. Nuestra gente tiene que poder recuperar la confianza en las conducciones políticas populares, que en tan sólo cuatro años de macrismo han sabido echar por tierra, y no solamente seguir a quién le ofrece un recurso como el burro sigue la zanahoria…

Nuestra gente tiene que poder sentirse sujetas y sujetos de derecho y es parte la responsabilidad que asumimos como militantes.

ON. Como descamisada se te ha encomendado la tarea de conducir a un grupo de compañeras y compañeros, ¿Qué es la conducción política y cómo se ejerce el mando de la misma?

Que pregunta tan difícil. Voy a empezar contando que, cuando nace la idea de expandirnos a la localidad de Quilmes éramos una bandera de Descamisados mi remera con nuestra Evita Capitana en el pecho  y yo. Poquito después refuerza esa idea y se suma una compañera con la que comenzamos a caminar el distrito y hoy en poquito más de un año y medio somos un grupo consolidado de compañeras y compañeros que impulsados por el feminismo y el legado de Néstor y Cristina avanzamos en la tarea de estar porque queremos estar, porque somos capaces y útiles a la hora de poner en actos la convicción.

Pienso que a pesar de haber leído alguna vez el manual de conducción no existe una fórmula precisa para ello. Sólo puedo decir que, así como el movimiento se demuestra andando la militancia se contagia haciendo bien o de la mejor manera posible con toda voluntad y buena fe cada tarea que se nos encomienda dando lo mejor en cada lugar en el que estemos, con lealtad sin sectarismos ni mezquindades.

ON. Que Alberto, Axel y Mayra, estén cada uno ocupando lugares institucionales, ¿es producto de una táctica electoral acertada o responde a una lucha estratégica más de fondo? ¿Cuáles son las luchas que se avecinan por dar en el horizonte político?

Creo que ambas. Creo que el kirchnerismo tuvo que alimentarse de una táctica que resultó bien, para poder profundizar una estrategia de permanencia en la conducción. Por delante quedan desafíos vinculados al cordón industrial que está destrozado por el macrismo. Todo el aparato productivo quedo roto más aun con la pandemia, que desarticuló toda idea inclusive el cooperativismo. Una vez más el rol del Estado es generar recursos que acompañen con un peronismo que batalle contra las corporaciones, que impulse políticas que vinculen el drama del desempleo joven y la formación, dos ejes centrales que constantemente expulsan del mercado a nuestrxs jóvenes. Otros de los temas que me parecen urgentes es generar políticas ambientales serias.

Y, por último, aunque ha sido el peronismo quién más hizo por las mujeres, hay que seguir profundizando en materias feministas que si bien ha sabido crecer por fuera de las estructuras partidarias; O tiene que ser más abrazado que nunca y traducirse en una verdadera unidad política qué le de músculo a la herramienta de transformación.

ON. Como militante peronista, ¿qué consigna te da orgullo pintar o seguir pintando en las paredes de Quilmes?

Por supuesto pintaría hasta que sea una realidad, la Verdad Número 21: "Sin igualdad de géneros, no hay justicia social"

Compartir esta nota en