UNA PIBA PERONISTA
04 de noviembre de 2020
Oveja Negra entrevistó a Berta Temporelli, militante peronista de toda una vida y parte de nuestra resistencia
Berta es una compañera que se crio en Tablada, barrio emblemático de la Resistencia Peronista. Creció en la cuna de una familia humilde y trabajadora, de obreros. Actualmente vive en Barrio Roque Sáenz Peña de la zona Sur de Rosario, tiene 76 años y es docente jubilada.
ON- ¿CUÁNDO Y DÓNDE EMPEZASTE A MILITAR?
Yo digo siempre que fui parte de la Resistencia Peronista. Tenía 11 años cuando lo derrocan a Perón, aún vivía en Barrio Tablada, muy cerca de Villa Manuelita. Una vez, saliendo de la escuela, a pocos meses de la fusiladora, un señor que iba en bicicleta me dio un papel para mi papá, era un volante casero, muy precario. El señor era Emiliano Pérez, un referente de la Resistencia. Ahí me di cuenta que comenzaba todo.
Empiezo a militar orgánicamente en el año 1964, apenas sale a la luz pública el Movimiento Revolucionario Peronista en agosto de ese año. Al mes, comienzo a militar, por un hecho que no era político, en esos días me pongo de novia con quien después fue mi compañero de vida y de militancia. Él fue el creador de la JUP del año sesenta en Rosario.
Como militante orgánica del MRP, fui protagonista de los dos Rosariazos, en especial en el de septiembre, el cual reivindico porque no se conmemora. Fue un hecho muy trascendente para nuestra historia.
Es extraordinario como mi vida siempre estuvo tan vinculada con la política. Para mí, todo lo más hermoso y lo más triste tuvo que ver con el Peronismo.
ON- ¿CÓMO VIVIERON LA LLEGADA DE PERÓN EN EL ’73?
El objetivo de nuestra lucha era el retorno de Perón. Fue un hecho muy significativo la primera llegada en el ’72, porque nosotros vimos que era la coronación de todas nuestras luchas e inquietudes. Después de los Rosariazos, la militancia era algo imparable. Después sucede ese hecho tan lamentable de Ezeiza, fue una etapa de muchos sucesos en tan poco tiempo y una época de muchos cambios. Fue algo magnífico cuando se ganaron las elecciones de septiembre del ’73, la gente se volcó a las calles, era algo que no se podía cuantificar y es difícil de expresar con palabras.
ON- ¿EN ESE MOMENTO VOS SEGUÍAS MILITANDO EN EL MRP?
Yo siempre milité ahí. Fue una organización del orden nacional que mantuvo su permanencia en Rosario y tuvo desarrollo en distintas ciudades importantes del país como, por ejemplo, en la ciudad de La Plata desde donde sale la JP conducida por Gonzalo Leónidas Chávez, quien después se incorpora a Montoneros.
A partir del ’72 y el ’73 el MRP también se ve atravesado por las grandes discusiones que se daban en las organizaciones en ese momento sobre qué hacer respecto a la lucha armada, fue una época muy controvertida. Nosotros seguimos como MRP Rosario, considerábamos que por el momento no era adecuado continuar con la lucha armada porque ya había llegado Perón a la Argentina y se habían ganado las elecciones con una amplia cantidad de votos; mientras que, en algunos lugares, el MRP se rompe y pasan a formar parte de Montoneros.
ON- ¿CÓMO FUE EL PROCESO DURANTE LA DICTADURA?
Fue una etapa muy dura que nos atravesó a todos/as. Nosotros/as, con mi compañero de toda la vida nos tuvimos que ir del país. Él había estado con Perón en el ’71 en la comisión de movilización que aglutinó a todos los grupos del peronismo combativo. Desde tiempo antes del ’76 ya veíamos que se venía una etapa muy dura con el secuestro y la desaparición de compañeros/as. A pesar de no acompañar desde la organización la lucha armada, la represión y la persecución atravesó a todos los grupos.
Mi casa de Tablada había sido allanada unos días antes del 17 de noviembre de 1972, se hicieron redadas en las casas de compañeros/as y detenciones durante las pegatinas. Los servicios no habían destruidos los archivos en el ’73, por lo cual, ya estábamos marcados.
A fines de noviembre del ’75 ya se hablaba del golpe, y en enero, febrero del ’76 a varios/as compañeros/as nuestros/as les tirotean las casas y pusieron bombas en otras. Eso nos dio las pautas de que venían cosas jodidas.
Un compañero al que habían detenido y luego lo largan, nos hace avisar por su familia que le preguntaron por “El Flaco” Tabares y Pedro, que era mi marido. Ahí nos empezamos a plantear qué hacíamos. Al poco tiempo estábamos en esa discusión cuando nos van a buscar a calle Ituzaingo, donde felizmente ya no estábamos porque nos habíamos mudado hacia zona sur. Después nos fuimos a Paraguay, en ese momento había que salir como fuera.
ON- ¿CÓMO FUE PARA USTEDES LA REAPERTURA DEMOCRÁTICA?
Nosotros/as volvimos al país un tiempo antes, a fines de 1981. Ahí nomás a unos pocos meses la Guerra de Malvinas, fue una locura volvernos. Cando nos vinimos, nos incorporamos inmediatamente a la militancia política. Yo empecé a dar clases, teníamos dos hijos, así que los tiempos eran más limitados. Mi marido comenzó un comercio de compraventa y otra vez a empezar a luchar, con más ganas y más entusiasmo.
Fue una época muy convulsionada, como han sido siempre las etapas del peronismo, pero lindo, siempre lindo.
En el ’83 mi marido estaba en uno de los espacios políticos, fue elegido concejal y fue el primero en presidir el bloque de concejales justicialistas. Yo fui la primera delegada ministerial del Ministerio de Educación de la Provincia, cargo creado en ese momento y formé la comisión de Educación.
ON- SI HACEMOS UN SALTO EN EL TIEMPO, ¿CÓMO VIVISTE EL 2001 Y LA LLEGADA DE NÉSTOR?
Veníamos de llorar lágrimas de sangre por Menem, nosotros/as lo habíamos apoyado. Nos sentimos traicionados/as. Después, la crisis del 2001 nos atravesó a todos/as.
Luego, de esos viejos compañeros/as de la JP de La Plata, apareció “el Flaco” Kunkel, que había tenido muy buenas relaciones con mi marido, y nos convocó para apoyar a “ese Flaco de Santa Cruz”. La gente y los/as compañeros/as estaban muy decepcionados/as, ahí comenzamos a apoya a Néstor Kirchner.
El 24 de marzo de 2004, estábamos viendo la televisión y vimos que Néstor hace bajar el cuadro de Videla, llorábamos abrazados/as con mi marido. A la tarde fuimos a la marcha, nos convocamos en la calle, desde Córdoba y Oroño hacia el Monumento.
ON- ¿QUÉ PENSÁS DE CRISTINA?
Yo la respeto mucho, sin dudas es una mujer muy inteligente, con muchos ovarios. A La saña gorila y la grieta no la inventó el Kirchnerismo, viene de los comienzos de nuestra Independencia, de los orígenes de nuestra Nación como Estado.
Néstor y Cristina vinieron a representar las banderas del Peronismo y la Liberación Nacional que nosotros/as levantábamos. Es indudable que fue Peronismo.
ON - ¿CÓMO VIVISTE LA DERROTA DEL 2015?
Los cuatro años fueron muy duros, sentí miedo y me la pasaba llorando. He discutido mucho en los negocios. Pensé que me iba a morir sin ver otro gobierno peronista, por eso me puse a escribir el libro (“Una piba peronista”). Fue duro para mí en lo afectivo, por lo que yo pensaba, pero fue muy duro para el pueblo, por el retroceso.
ON- ¿CÓMO VES EL NUEVO GOBIERNO PERONISTA?
Yo lo veo bien, a Alberto le tiran de todos lados a matar, es muy difícil. Veo que está tratando de hacer lo mejor posible, a veces lo mejor es lo enemigo de lo bueno.
ON -A MODO DE CIERRE, ¿QUÉ SIGNIFICA EVITA PARA VOS?
Evita es lo más maravilloso desde lo afectivo, como mujer, porque evidentemente, era innata su inteligencia, fue un fenómeno único. La conjunción de Perón y Evita se da muy pocas veces en la historia de los pueblos.
¡Quiénes otros, sino los peronistas, vamos a sacar al país adelante!