Oveja Negra

LA GRAN CRISIS ECONÓMICA


01 de mayo de 2019

Oveja Negra

Informe de coyuntura de CIFRA, elaborado por Mariano A. Barrera, María José Castells, Mariana L. González y Pablo Manzanelli.

Por CIFRA*

En el marco de una coyuntura sumamente crítica tanto desde el punto de vista económico como político, el gobierno ingresó en un marcado cortoplacismo pragmático con medidas que intentarán repetir la experiencia de la primavera de 2017. La búsqueda de una tregua de precios en un conjunto acotado de productos, la expansión del crédito a jubilados y beneficiarios de la AUH, el freno parcial a los aumentos de tarifas, tienen como meta amortiguar los efectos de la profunda recesión en la que está inmersa la economía argentina. Sin embargo, no sólo su alcance eslimitado sino que esimprobable que se logre repetir la experiencia de 2017 en el marco de la crisis actual, las restricciones presupuestarias, las dificultades para estabilizar eltipo de cambio y el alza en lastasas de interés.

Todo ello remite a la necesidad de evaluar la magnitud de la crisis actual en perspectiva. Una primera cuestión a señalar es que en el último trimestre de 2018 la caída del PIB alcanzó al 6,2%, mientras que en 2016 la mayor reducción fue del 3,9% en elsegundo trimestre. En ambos casosla recesión se concentró en lostres últimostrimestres, pero con una profundidad mucho mayor en 2018. No es un dato menor, a su vez, que entre ambos procesos recesivos hay una diferencia sustancial que tiene que ver con el numeroso cierre de empresas que se verificó en 2018. Tal es así que la reducción neta de empresas fue de 10.322 empresas en 2018, mientras que en 2016 esta disminuciónhabía alcanzado a 1.406 firmas.

Tanto el gobierno como el FMI sostienen que la leve expansión mensual de la actividad industrial y de la construcción en enero y febrero son indicios de que la crisis “tocó fondo”. En primer lugar, cabe señalar que en esos meses estos sectores evidenciaron caídas interanuales de 10,9% y 8,5%, respectivamente, en el caso de la industria y de 15,7% y 5,3% en la construcción. En segundo lugar, los acontecimientos de marzo y abril en materia cambiaria, la aceleración y la suba de la tasa de interés muestran una perspectiva distinta a un escenario de reactivación. En tercera instancia, tampoco parece comprobarse el boom exportador que esperaba el gobierno ya que las exportaciones, que habían crecido al final de 2018, cayeron 2,3% en el primertrimestredel año.

El impacto en materia laboral fue contundente ya que el nivel de desempleo subió al 9,1% en el último trimestre de 2018, el registro más alto de los cuartostrimestres desde 2005. Sise hacen proyecciones a nivel nacional, este aumento implica que en el plazo de un año el número de desocupados se incrementó en 413.000. Este aumento en la desocupación se explica fundamentalmente porla caída en la tasa de empleo que se redujo de 43,0% a 42,2% sobre la poblacióntotal.

El salario real promedio de los asalariados registrados en el sector privado cayó 8,8% interanual en febrero de 2019, producto del elevado proceso inflacionario que Cambiemos no solo no resolvió sino que agravó respecto al gobierno anterior(la inflación promedio interanual durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchnerfue de 25,5% en tanto que la del gobierno de Macri alcanza el 38,3%). La situación es más delicada para los trabajadores del sector público. Una aproximación a la evolución delsalario real en la administración pública nacional muestra que lasremuneraciones promedio se derrumbaron el 23,4% interanual en diciembre de 2018. Se trata de una política buscada para reducir el peso de los salarios en las erogaciones del gobierno, en el marco del plan de ajuste acordado con el FMI. Mientras que en 2015 las remuneraciones eran el 14,8% de los gastos corrientes, en 2018 su peso se redujo al 12,9%.

Todo ello conllevó un significativo incremento de la incidencia de la pobreza. Si bien el INDEC difundió una tasa de pobreza del 32% de la población en el segundo semestre de 2018, cabe señalar que en el último trimestre ese guarismo trepó al 35,8%, el nivel más alto de los últimos 10 años. Implica que en el final de 2018 se registraron 16 millones de personas en situación de pobreza, es decir, 4,3 millonesmás que en el cuarto trimestre de 2017.

Como se ha visto, se trata de una crisis que por su magnitud no debería ser evaluada con los parámetros de la recesión de 2016. Más aún teniendo en cuenta que el megaendeudamiento que puso en marcha Cambiemos y que llegó al 86,2% del PIB generó una pesada carga de vencimientos que se acumulan en este segundo trimestre del año (se deben cancelar más de USD 20.000 millones), que el boom de las exportaciones que esperaba el gobierno no se verifica, y que el nuevo “festival de letras” basado en las Leliq del Banco Central y las Letras del Tesoro Nacional son una plétora de capital pasible de dolarizarse equivalentes nada menos que a USD 46.000 millones en un escenario signado por una elevada inestabilidad macroeconómica y de fuertes pugnas por el poder, incluso en elseno del bloquedominante.

A su vez, el ajuste fiscal, que se presentó sustantivamente más fuerte en 2018 que en 2016, está resultado aún más intenso en los primeros tres meses del presente año. Los gastos primarios reales se redujeron 13,8% interanual, con un fuerte recorte en prestaciones sociales, especialmente jubilaciones y pensiones. Dado que los ingresos públicos también se achicaron como consecuencia de la recesión económica, el ajuste se presenta aún mayor que lo proyectado ante la voluntad de cumplir las metas acordadas con el FMI. El pago de intereses de la deuda pública continúa en ascenso: pasó de $ 60.522 millones a $ 125.129 millones en este período, lo que implica un ascenso de 36,2% en términos reales.


*Centro de Investigación y Formación de la República Argentina.

Descarga el informe completo en la web de  CIFRA 

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