Oveja Negra

CONSTRUYAMOS EN LA CALLE UNA VICTORIA


05 de marzo de 2017

Oveja Negra

Es Fotografía
Es Fotografía

Cada vez que Mauricio Macri abre la boca, amenaza con sepultar la política en la vergüenza de su estatura intelectual. El 1º de Marzo, al inaugurar las sesiones legislativas, recurrió nuevamente a la fallida lectura de un discurso escrito por modernos gurúes de la autoayuda, matizado por algún cínico escriba que despliega una sarta de mentiras que intentan encubrir el destino de miseria que aparece en el horizonte de su gobierno.

Macri es la síntesis perfecta de una generación embrutecida de empresarios apátridas que ven a la Argentina como un negocio, en el que el Estado es un obstáculo para su enriquecimiento, los trabajadores un costo empresario a reducir y la política enemiga de sus ambiciones.

La única fábrica que sobrevive en éste modelo de país, es la fábrica de pobres.

Protagoniza un gobierno cuya estrategia está marcada por los intereses de un puñado de grupos económicos que busca depredar en su beneficio la economía argentina. Han llegado para restaurar un sistema de exclusión política, económica, social y cultural, que condena a la enorme mayoría de nuestro Pueblo a sobrevivir con el excedente de la miseria que producen. La única fábrica que sobrevive en éste modelo de país, es la fábrica de pobres.

Ostentan una debilidad política basada en su capacidad de expulsar eventuales aliados y destruir cualquier oportunidad para generar consensos en el terreno de la democracia. Enfrentan la realidad despreocupados por el devenir político de su gobierno, y le imprimen una velocidad al saqueo del que saben que tienen poco tiempo para llevarlo adelante.

Hablando en criollo, les importa tres carajos la democracia. Llegaron para sacarle la guita del bolsillo a trabajadoras y trabajadores, y llevársela para sus bolsillos. Saben que su gobierno no termina de otro modo que en una crisis, y una vez más, parece también importarle tres carajos. Su única herramienta es el cinismo y la mentira repetida hasta el cansancio por las corporaciones de la comunicación. Su único método para resolver los conflictos son los palos y la persecución política.

La calle será el lugar en el que se exprese el hartazgo de amplios sectores populares que empiezan a confluir en la construcción de una agenda común.

La poca fortaleza que ostentan, sigue radicando en nuestra debilidad. Sin embargo, Marzo se presenta como un mes de oportunidades para el campo popular. La calle será el lugar en el que se exprese el hartazgo de amplios sectores populares que empiezan a confluir en la construcción de una agenda común.

El gobierno eligió a los docentes para estigmatizar las pretensiones salariales del movimiento obrero, y a sus dirigentes como los enemigos a vencer. El paro nacional docente es una oportunidad para construir la solidaridad de clase necesaria para cristalizar que los conflictos no son aislados. Ahí está el 6 de Marzo como el testimonio de una batalla necesaria.

Las mujeres habrán de testimoniar en la calle una etapa histórica que amenaza con el objetivo de igualdad.

La dura, triste, injusta y sanguinaria realidad, arroja que, a mediados de febrero, se registraron un total de 57 femicidios en tan solo 43 días. Un promedio que implica que cada 18 horas en la Argentina, una mujer víctima de violencia de género pierde la vida en manos de su victimario, de una justicia sorda y de un gobierno indiferente. Un dato alarmante de una realidad que no cesa de asesinarnos, aunque en boca de quien nos gobierna, se oye muy diferente, ya que para el presidente en ejercicio, una mujer MUERE, es decir, sola, como por arte de magia o causas naturales, cada 37 horas.

Matemáticamente, ello implica que, para el Jefe de Estado, son menos de la mitad las víctimas de la violencia machista, de las que indican las estadísticas en las que coinciden los organismos dedicados a su monitoreo.

El desconocimiento de los datos reales que azotan la cotidianeidad de esta mitad de la población argentina, amenazando con llevarse nuestras vidas, guarda coherencia con el resto del discurso, ya que las mujeres no fueron mencionadas en ningún otro dato en la apertura de sesiones parlamentarias del 2017. Ni las desempleadas que aumentan cada día. Ni las precarizadas cuyas condiciones laborales indignas, trepan las estadísticas con mayor rapidez que la de nuestros pares varones.

Ir más lejos, y pretender que Macri continuase con la tradición instaurada en los últimos años de utilizar un lenguaje inclusivo, es ahora solo una mera utopía en la que se refleja la gestión de su gobierno. Ya no existe un “todos y todas”. Tampoco existe un presupuesto destinado a la lucha contra la violencia de género, ni una perspectiva destinada a atender, comprender y solucionar las problemáticas específicas de las mujeres y trans, bajo el mandato del Presidente que una vez supo defender abiertamente el acoso callejero.

El 8 de Marzo, llegamos al paro internacional de mujeres, con la movilización popular como herramienta para la construcción de la unidad necesaria que cristalice las amenazas de éste ciclo.

El 7 de Marzo vamos a la calle para quedarnos, hacia un paro nacional y hasta la victoria del pueblo.

Un día antes, apenas, las trabajadoras y trabajadores habrán de materializar una movilización que desborda –incluso- las pretensiones de un movimiento obrero que aparecía aletargado y es empujado desde sus bases a salir a la calle. El 7 de Marzo, la movilización de gremios industriales significa una oportunidad para esa porción del movimiento obrero que está dispuesta a superar el conflicto sectorial. Para darle batalla a un modelo económico que los empuja a la desocupación y el deterioro profundo del salario y las condiciones de trabajo.

También, significa la oportunidad para un conjunto de organizaciones populares que no están dispuestas a discutir el excedente de la miseria, sino a construir una agenda política y social que recupere la iniciativa y logre frenar las políticas de ajuste.

El 7 de Marzo, con el pueblo en la calle para defender el trabajo, se volverá a recuperar la presión sobre el campo propio para avanzar en una unidad que desborde los escritorios, que asuma un programa en defensa de una Patria productiva y solidaria, que aporte a la reconstrucción de un Movimiento Nacional que construya una victoria política que le ponga freno al sueño de exclusión de los miserables que nos gobiernan.

Vamos a la calle para quedarnos, hacia un paro nacional y hasta la victoria del pueblo.


                                                             Colectivo de Medios Oveja Negra

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