"Angelelli tenía esa capacidad de penetrarte el alma"
24 de abril de 2019
El vicario General del Obispado de La Rioja, Roberto Queirolo, recordó los años que compartió con Enrique Angelelli, y contó sus vivencias con aquel hombre de características especiales y que marcó historia en los corazones riojanos.
Por El Independiente *
Empieza su relato “con monseñor Angelelli, quizá un momento muy importante de mi vida fue cuando ya habiendo hablado con él ya habiendo puesto de acuerdo que yo iba a venir a La Rioja, al llegar tuvimos una entrevista mano a mano, entre los dos, y ahí fue cuando ya habiéndolo conocido de años anteriores, habiendo estado con él en reuniones en Buenos Aires de la Conferencia Episcopal para la pastoral , también en San Luis cuando él fue para el deceso y entierro de monseñor Caferatta, sabiendo bastante quien era yo, tuvimos una charla , para ver cuál iba ser mi destino acá, si iba a quedar en la Capital . Yo venía con la idea de quedar tres años en La Rioja, y volver a la Diócesis de origen de Rosario”.
Agregó “de hecho me quedé acá porque ese diálogo fue extraordinario con Angelelli, porque tenía esa capacidad de penetrarte el alma, te daba la impresión de que no existía en el mundo otra cosa más que él, y yo, con la atención que te prestaba, como él también queriendo comprenderte plenamente para recibirte, acogerte plenamente, también con todo su corazón aquí en esta Diócesis, como pastor que era”.
Recordó con emoción el diálogo entre ambos “fue muy sincero donde yo le comenté de porque estaba acá y, él a su vez, en una situación parecida en su Diócesis de Córdoba, también padeció una situación incómoda, injusta, durante algún periodo ya siendo obispo, así que compartimos como dos hermanos”. Continúa diciendo que “él me llevaba 10 años y compartimos como dos hermanos, cual era la situación y me dijo: “La Rioja entera está a tu disposición”, además de “vos veras el lugar donde más te conviene realizar tu experiencia, seguramente será en Chilecito donde hay más fuentes de trabajo” sostuvo angelelli a Queirolo.
Sobre el “Pelado” Angelelli , Queirolo dijo que “parece que irradia algo especial, lo notable de Angelelli, que de sacerdote a obispo, con 10 años de diferencia , esa empatía era posible. La característica de él, era que podía hablar con ancianos, con niños con jóvenes, con gente ya madura, podía hablar con profesionales del ámbito universitario, con el proletario campesino, trabajador de la tierra, con la misma fluidez”.
Precisó que “el que lo recibía se sentía tan comprendido y contenido, esa fue una de las características más notables, él era realmente todo para todos, se brindaba entero para cualquiera, no se fijaba en los títulos, y esa experiencia la han tenido justamente todo tipo de personas, uno que fue gobernador de Buenos Aires, un hacendado donde tenía campos en distintos lugares del país podía recibirlo en su mesa como de hecho, ha pasado, como podía ser en el lugar más humilde del rancho de nuestros puestos más lejanos”.
Conociendo algún secreto
Queirolo relata que “el secreto de él, era su compromiso, realmente con su pueblo y su austeridad de vida, la simplicidad, la sencillez de su vida, por ahí, hay una foto donde muestran sus zapatos con la suela agujereada y su gusto era recibir cosas y pasarlas a otro”.
“Yo fui un tercer destinatario de un poulover que le habían regalado a Angelelli,l que luego él se lo regaló a un fraile que lo estimaba mucho y que era más corpulento que el Pelado entonces le quedaba muy grande, y finalmente me lo pasó a mí, claro a mí me quedaba como una blusa suelta, pero tuve el honor de poderlo usar” dijo
Recordando también “si, él era así de esos gestos, le regalaban una botella de vino y él iba a una parroquia y se lo dejaba al padre, le traían aceitunas de Aimogasta y las cambiaba por nueces de Sañogasta o Famatina , siempre donde él llegaba a una casa religiosa o parroquia o a un cura , nunca iba con las manos vacías, todo lo que a él le ofrecían lo compartía, era su forma de ser” sostuvo el religioso.
Y se lamentó por no conservar el poulover, “lo pasé después a una religiosa, también como que lo pudiera usar, quería que otros lo aprovecharan también”.
Además vino a la memoria de recuerdos de Queirolo “a mí también me dieron unas sandalias que habían sido de él, porque yo usé sandalias durante muchos años, y bueno ya deterioradas, ya arregladas como se podía, las seguí usando, finalmente no tuve la precaución de guardarlas que sería como una pieza realmente de museo”.
* Diario Cooperativo de la Provincia de La Rioja, integrante junto a Oveja Negra de FADICCRA (Federación Asociaciativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina)
Fuente original: http://www.elindependiente.com.ar/pagina.php?id=207860