Por Damian Bermudez*

El discurso de Mauricio Macri en la ONU el pasado 20 de septiembre, es a todas luces un cambio de rumbo para el país, y ello se ha manifestado en distintos puntos de la agenda internacional expuesta por el Presidente. Menos de un año ha sido suficiente para colocar a la Argentina nuevamente en la senda de la dependencia y del internacionalismo liberal, rompiendo con la política de autonomía heterodoxa del gobierno peronista del siglo XXI (2003-2015).

Menos de un año ha sido suficiente para colocar a la Argentina nuevamente en la senda de la dependencia y del internacionalismo liberal.

Además del craso error cometido por el representante argentino al intentar sentar una posición respecto al conflicto de Malvinas, el discurso en la ONU mostró las directrices en las cuales se asienta su política internacional.

En primer lugar, percibe a las relaciones internacionales como un orden global en el cual, todos los países son iguales y tienen la misma responsabilidad para imponer las reglas y los patrones de conducta del sistema. Solo para citar un solo aspecto de la política internacional, el peso estructural de la alianza anglosajona en el mundo financiero, claramente nos impide hablar del concepto de igualdad en las relaciones internacionales. Por ejemplo, si se quisieran establecer nuevas regulaciones y reglamentaciones a los movimientos de capital, se debería contar con el apoyo incondicional de EE.UU y Gran Bretaña, ya que las plazas financieras de los respectivos países son las más importantes del mundo.

En segundo lugar, concibe al diálogo, a la verdad y a la confianza como valores de unidad para los argentin@s  y desde los cuales se está reconstruyendo la economía nacional. En este sentido, luego del arreglo con los “holdouts” (fondos buitres) bajo la aceptación de vergonzosas condiciones para la soberanía nacional, de la liberación de los controles a los movimientos de capital, del incremento sideral de los servicios básicos (luz, agua y gas) y del regreso a los mercados financieros, Argentina no muestra ningún signo de mejora económica, sino todo lo contrario. El retorno al modelo agroexportador y primario, junto al abandono de cualquier atisbo industrialista, no ha generado los beneficios esperados.

La economía política internacional actual, tiene a la especulación financiera como el principal mecanismo de acumulación y de generación de riqueza.

Siguiendo a consultoras privadas y al mismo INDEC, la inflación se agudizó y se proyecta que hacia fin de año trepará por arriba de los 40 puntos. Las famosas inversiones privadas brillan por su ausencia, el nivel de consumo decrece mes a mes y la fuga de capitales profundiza el proceso de endeudamiento internacional. La actual gestión de gobierno está sufriendo en carne propia el acoso, la manipulación y la extorsión de los agentes financieros internacionales, y de las empresas multinacionales que controlan sectores estratégicos de la economía, como el de los alimentos y la energía. ¿Pensaba Macri que la conformación de un gabinete “ceocrático”, y la entrega de la soberanía financiera sería suficiente para lograr la tan mentada lluvia de inversiones? Sin dudas, la realidad contradice estas hipótesis del gobierno PRO. La economía política internacional actual, tiene a la especulación financiera como el principal mecanismo de acumulación y de generación de riqueza. Desde la caída del régimen de Bretton Woods hace más de cuatro décadas, la libre movilidad de capitales ha modelado nuevas formas de adquisición de beneficios y rentas para su sector. Desconocer por completo este proceso, conduce a errores como el de considerar que el nombramiento de personajes desdeñables como Prat Gay o Aranguren atraerán inversiones y harán crecer al país.

Por último, pero no menos importante, Mauricio Macri cometió un error garrafal al comentar que había abierto un canal de diálogo frente a la ocupación europea del territorio nacional, a través de un intercambio de palabras con la representante del gobierno británico. Dos siglos de ocupación colonial a manos del imperio no se solucionan mediante un saludo protocolar. Para despacharse aún más y dejar en claro el colonialismo mental del cual es presa este gobierno, el máximo representante nacional afirmó que la agenda del crecimiento y la pobreza cero son importantes para evitar la propagación del terrorismo.

En conclusión, las expresiones vertidas en la ONU, clarifican el nuevo modelo de inserción internacional elaborado por el gobierno neoliberal del PRO, y marcan las prioridades de una administración que reconoce como únicos sujetos e interlocutores válidos, a los enclaves de poder aristocrático que históricamente condujeron al país.

*Lic. en RRII de la Universidad Nacional de la Lanús