Oveja Negra

[ENTREVISTA] Rafael Correa: “La nueva derecha representa el pasado”


20 de marzo de 2018

Oveja Negra

Entrevista exclusiva para Resumen del Sur

Rafael Correa visitará la República Argentina la próxima semana. En la previa de lo que será una agenda cargada, que incluye una reunión con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el exmandatario de Ecuador dialogó en exclusivo con Resumen del Sur* sobre todos los temas del momento en América Latina. Dejó un balance de lo que considera una “ofensiva judicial” contra los líderes progresistas, calificó de “traidor e impostor” a Lenín Moreno y consideró que “fue un error no haber construido un frente común con otros líderes regionales”.


¿Cuál es el balance que hace de la situación en América Latina?

Sin dudas es una situación difícil. Está en riesgo todo lo avanzado en estos años históricos para América Latina, años de justicia, dignidad y disminución de la pobreza. Sin embargo, tampoco debemos volver al punto inicial. Así son los procesos históricos, hay avances y retrocesos. El problema es cuando los retrocesos son demasiado grandes y costosos y deslegitiman los avances anteriores, como se busca hacer. Pretenden hacer creer que todo ha estado mal, que las políticas económicas han sido un fracaso y que todos los gobiernos de izquierda son inmorales. Y toda esa propaganda se logra con el instrumento de los medios de comunicación de las elites, las prensas corruptas.

Son momentos duros. No de los más duros que ha tenido la región porque hay que recordar las dictaduras y desapariciones de los años 70, pero ahora no las necesitan. Tienen métodos más sutiles como Law Faure, la judicialización de la política y la persecución de dirigentes como Lula, Dilma, Cristina, Jorge Glas y quien te habla. Todo un aparato propagandístico para hacer creer que si cambia el ciclo económico y se derrumba el precio de las materias primas es culpa de las malas políticas de los gobiernos de izquierda. A nivel mediático hay un discurso único. La situación es dura, se está retorciendo y están queriendo legitimarlo. Yo tengo fe en que nuestros pueblos sabrán reaccionar.

¿Ve un punto de coincidencia entre los procesos judiciales de Lula, Cristina, Jorge Glas y usted?

Es de libreto, es calco y copia. Hace unos días estuve en Brasil y lo que están haciendo con Lula es una fotocopia del libreto utilizado contra Jorge Glass. Es decir, no hay pruebas, pero vas preso y si reclamas te aumentan la pena. Absoluta ilegalidad, silencio de la prensa y mientras tanto a los verdaderos corruptos como Michel Temer le aparecen hasta grabaciones en donde se están repartiendo las coimas y no pasa nada. Está claro que es una estrategia continental en contra de los gobiernos y los líderes progresistas. El Law Fare es la judicialización de la política, que empieza con el linchamiento mediático (que ya no tiene control, límites ni escrúpulos) y luego viene la parte judicial en donde jueces temblorosos y directamente corruptos hacen lo que dicen los titulares y no lo que dicen las pruebas en los tribunales. Repiten lo que dicen los titulares.

¿Esto sucede por falta de reformas estructurales?

No, es lo que se hizo. Se hizo lo correcto, el problema es que en América Latina hacer lo correcto es pecado. Por eso a veces se critica a la gente que quiere reelegir para dar continuidad a los procesos. Yo hice la reforma más exitosa de América Latina en materia judicial. Antes se repartían las cortes entre los partidos políticos, ahora es todo por concurso de méritos, créeme, yo no conozco a los jueces. De los magistrados de la Corte Suprema solo conocí al presidente por cuestiones protocolares. El objetivo era que lleguen a sus puestos por concurso y que no tengan compromisos con nadie. Pero resulta que ante la primera presión mediática se comprometen con lo que dicen los titulares, eso es una gran decepción. Por eso te digo, no es lo que no se hizo, es lo que se hizo. Es muy difícil hacer lo correcto en países tan poco institucionalizados con una prensa demasiado deshonesta y con tanta falta de profesionalismo, eso no se ve en Europa.

Todavía se puede retroceder bajo la influencia de los medios; y si hay un gobierno deshonesto como el que tiene hoy Ecuador se puede influir por temor, porque los jueces pueden ser sujetos a exámenes de contraloría, utilizandos como herramientas de persecución, y con eso alineas a todas las funciones del Estado a tus objetivos. Eso es lo que está pasando en Ecuador y supongo que también algo similar es lo que sucede en Argentina y Brasil, porque si no, no se entiende lo que está pasando con Lula, al que le preguntaron si el triplex era suyo, dijo que no y así y todo puede ir preso. O lo que pasa con Cristina, a la que se la acusó de traición a la patria, un delito que solo se da en contextos de guerra. A Jorge Glas se lo acusa de asociación ilícita, cuando no hay ni una sola prueba, no han encontrado ni 20 centavos mal habidos, no importa: va preso. A mí me acusan por Petrochina, una venta petrolera y por el atentado en San Lorenzo, todo esto en la últimas seis semanas. También en la negociación de un campo petrolero que fue un gran negocio para el Estado, pero del que no tengo nada que ver. Y ahora, “dolosamente” por romper el límite de deuda que, si fuera cierto sería un trámite administrativo. Pero no es cierto, el decreto dice que se calcula el techo de deuda de acuerdo al manual de finanzas públicas del Fondo Monetario. ¿Mañana de qué me acusarán, de ser responsable del hundimiento del Titanic? Eso ya es lo de menos, lo importante es la decisión de inhabilitarte políticamente, meterte preso o impedirte regresar al país porque tienen terror de enfrentarte en las urnas. El pretexto se verá después, pero el objetivo está dado.

¿Fue Rafael Correa el principal derrotado del referéndum de febrero?

Nuestro resultado fue impresionante. Para empezar, por el Sí estuvieron 36 organizaciones políticas y sociales, por el No solo una: nosotros, porque el resto eran fantasmas para quitarnos presupuesto. Pero no solo eso, el 37 por ciento que logramos es solo nuestro, el 63 de ellos se lo parten entre 36. El crédito político que le queda a Lenín Moreno es marginal, ellos lo saben y están asustados. Si no fuera así, lo mejor sería que Correa participe como candidato presidencial si es que estamos 10 a 1 abajo. ¿Por qué utilizan consultas mañosas y maniobras inconstitucionales para impedir mi participación política? Porque saben que los derrotamos. Nosotros participamos sin partido político, nos robaron el partido.

Yo llegué del exterior el 5 de enero, y recién ahí organizamos una campaña que estuvo censurada por los medios. Solo sacaban las malas noticias, cuando nos agredían. Hubo violencia inducida por el Gobierno y que quedaron impunes. Tenemos fotos de la gente armada rodeándonos y sus amenazas. En Ecuador se vive una impunidad descarada. Durante la campaña solo mostraban las supuestas manifestaciones de rechazo que no eran más que 30 personas mandadas a insultarnos contra 30 mil que nos vitoreaban.

Nos boicotearon diez días, no nos permitieron difundir nuestros spots, no se imaginan con la cancha inclinada en la que jugamos y pese a eso logramos el 37 por ciento, que es el mínimo que tenemos en condiciones adversas extremas, de ahí para arriba. Ellos saben que tienen 63 por ciento entre 36, de máxima, de ahí para abajo.

¿Cómo se explica lo que pasó con Lenín Moreno?

Se llama traición y es tan vieja como la humanidad. ¿Por qué Judas traicionó a Jesús? ¿Por qué Leonidas Plazas traicionó a Eloy Alfaro en Ecuador? Siempre hay gente resentida que odia gratuitamente por envidia y que espera el momento oportuno para desplegar todo ese odio y vengarse por el éxito del otro que lo opacó, así son los mediocres. El éxito de los demás opaca al mediocre. Si quieres conocer a alguien de verdad, dale poder, poder autónomo. Yo le di poder a Lenín Moreno y podría habérselo quitado porque era el presidente. Esperaron a tener ese poder autónomo para evidenciar su verdadero sentimiento y resulta que nunca estuvieron con nosotros. Nosotros sabíamos que era un tipo sin convicciones, que no era un hombre de izquierda. Él me dijo que era de centroderecha, pero bueno, si se mantienen las mismas instituciones, programas y cuadros, que el presidente sea de centroderecha, pero que las políticas sigan siendo progresistas. No sabíamos que tenía tanta amargura en el corazón y odio patológico.

Desde el primer día como presidente empezó a contradecir lo que nosotros decíamos y pactó con lo peor de la partidocracia a nuestras espaldas. Yo era presidente del partido político, jamás me comunicó que estaba acordando con los más grandes ladrones y la derecha más criminal. Antes del 24 de mayo empezó a contradecir el programa por el que había sido votado, con mucha mala fe, diciendo que era distinto, hasta ahí hay que bancársela. Pero lo que no podemos aguantar es que se pacte con lo más corrupto del país, ni que se persiga gente inocente para ellos quedar como que están luchando contra la corrupción habiendo estado diez años en el gobierno. Son cómplices, tontos o están mintiendo, pero por tener trofeos en complicidad con la prensa corrupta que nos odia empezaron a calificar de corrupto a todo mi gobierno y tienen al vicepresidente Jorge Glas sin ninguna prueba. Ya no se puede aceptar que se les diera la razón a los que nunca tuvieron la razón que es la derecha y que nosotros somos los peores mentirosos. Por atacar a Correa están destrozando la revolución ciudadana y legitimando a la oposición.

Pero si quieren razones contundentes para demostrar la traición, fíjate qué decía hace diez meses cuando todavía nos necesitaba. Yo era el mejor presidente de la historia de Ecuador y el mejor ecuatoriano de todos los tiempos. Todo había estado bien hecho y hasta yo le dije que estaba equivocado, que no existe un gobierno perfecto. Ahora somos todo lo contrario, ¿quién le puede creer a alguien así? Estamos ante un impostor profesional con alma de traidor.

¿Qué medida considera más perjudicial por de parte del gobierno de Moreno?

Lo más perjudicial para el pueblo ecuatoriano es el cambio de política. No hay política en estos momentos y los grupos de poder antes derrotados están gobernando. Se escucha a los banqueros, a la prensa corrupta y a la derecha, nadie escucha a la gente. La otra vez saqué el promedio de ciertos dirigentes que hoy son portavoces del sector nacional: uno fue vicepresidente en 1981 y otro candidato a presidente de 1984. El promedio es de 33,7 años de vida política. Estos son los que nos dicen cómo hacer las cosas. En verdad son líderes del fracaso, los culpables del desastre en el que encontramos al país. Lo peor de todo es que en Ecuador el poder volvió a manos de los de siempre. Estaban en el sepulcro político y este Gobierno los ha resucitado. Ahí se define todo, quién manda. Si se apoya a la salud o la educación, o si se gobierna para los pobres o los ricos.

Pero lo más grave de todo es la persecución que se ha dado. Es criminal y tiene métodos inmorales. Someten a gente por cobardía y, en algunos casos, por el plato de lentejas, prometiendo puestos para familiares y amigos. Lo primero es corrupción, lo segundo es cobardía y los revolucionarios no podemos ser ni corruptos ni cobardes. Entregaron los medios públicos para la prensa mercantil, cuando los medios públicos estaban para contrastar esa prensa corrupta en manos de las peores elites ecuatorianas. Ahora nos acusan a nosotros de gastar irresponsablemente. Si hacer escuelas y hospitales es gastar irresponsablemente le están dando la razón a los neoliberales. La raíz de todo esto es que es el poder cambió de manos.

¿La nueva derecha que representan Macri y Temer tiene un proyecto de región?

Por supuesto, pero vos nombraste a los instrumentos. Lo que hay que ver es quién maneja todo esto, que para mí viene del norte. Hace mucho tiempo que los Estados Unidos tienen programas para formar fiscales y jueces. Estamos llenos de fiscales y jueces formados por Estados Unidos en función de sus intereses. Para tener una visa de 5 años son capaces de cualquier cosa y si tiene algún inconveniente se van con la green card. Esta es una estrategia regional, lo dijimos hace tres años y la llamé “La restauración conservadora”, porque era una nueva derecha que había superado el aturdimiento de las derrotas en Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay. Lo superaron y articulan internacionalmente con un discurso que tiene dos ejes muy bien explotados: uno que es inevitable desde el punto de vista del ejercicio del poder que es el desgaste. Se trata del cambio de ciclo del segundo semestre del 2014. Recuerden que cuando la crisis financiera se trasladó a Europa, terminó arrasando a todos los gobiernos, tanto de derecha como de izquierda. No aguantaron las condiciones internacionales. En América Latina pasa algo parecido, caen los precios de los commodities y materias primas, se modifican las condiciones internacionales y bajamos el crecimiento. La región decrece en 2015 y 2016. Ecuador crece en 2015 y decrece en 2016 en un 1,5. En este contexto, ellos responsabilizan de esto a los gobiernos de izquierda, algo llamativo porque la crisis afectó a todos los gobiernos. Entonces, muy hábilmente hicieron creer que esta situación desfavorable (de la cual somos muy vulnerables porque no se pueden cambiar las estructuras económicas en 5 o 10 años, necesitas de 20 o 30 años de políticas persistentes en el tiempo para poder lograrlo) era culpa de las políticas de los gobiernos de izquierda.

Y bueno, el padre de familia que no le alcanza la planta no tiene por qué entender de macroeconomía. El segundo eje que han utilizado de manera muy miserable son los inevitables casos de corrupción. El que te dice que su gobierno es honrado porque no tiene ningún caso de corrupción está metiendo. En China hay corrupción y se castiga con pena de muerte, el Papa Francisco ha denunciado corrupción en El Vaticano. Un gobierno honesto es el que no tolera la corrupción. En el caso nuestro, le han dado la vuelta a dos casos graves que tuvimos, el primero lo resolvimos durante mi gobierno en donde el cabecilla era un hombre de derecha, por eso no se habla. El otro no lo pude abordar porque dejé el gobierno el 24 de mayo y el acuerdo de confidencialidad del caso Odebretcht para conocer las delaciones premiadas terminaba el 1 de junio. Dijeron que pudieron investigar cuando me fui, pero eso no es así. Han utilizado sin escrúpulos los casos de corrupción para generalizar y con eso intentaron robarnos algo fundamental que tiene un revolucionario que es la integridad moral. Eso hicieron con Lula y Dilma en Brasil, con Cristina en Argentina y con Glas en Ecuador. Eso hacen con la judicialización de la política. Está claro que hay una nueva derecha que llamamos “Restauración Conservadora”, o puede ser un nuevo Plan Cóndor, pero sin las botas de los militares. Ya no se respetan los derechos humanos, no se respeta la democracia ni la constitución. En algunos casos mueren, como Mariela Franco, entonces, vuelve el pasado. La nueva derecha representa el pasado.

Teniendo en cuenta este contexto, ¿Cuáles son los desafíos del progresismo?

No tengo respuesta para todo, pero si te digo que ha habido falencias. Yo vengo de ver a Lula, debimos haber estado en constante comunicación teniendo en cuenta estos ataques. Creo que tenemos que construir un frente de expresidentes o presidentes en ejercicio como Evo Morales para decir lo que está pasando en América Latina e incidir en el Sistema Interamericano que brilla por su ausencia, porque la OEA y la Corte Interamericana de Derechos Humanos pueden hacer mucho por esto, pero brillan por su ausencia. Las voces de todos los expresidentes progresistas de la región podrían servir para que eso funcione. También es algo que se puede hacer a nivel nacional, porque hay gente pero está silenciada. Estos líderes podrían hablar en diferentes partes del mundo. Si lo que le están haciendo a Lula se lo hicieran a un opositor venezolano, Venezuela ya estaría siendo invadida. Como es Lula no pasa nada. Si lo que hizo Lenín Moreno en Ecuador rompiendo la constitución a través de una consulta ilegal donde se apodera de todas las funciones del Estado y hace aprobar leyes retroactivas para impedir mi participación política lo hubiera hecho yo, hubiera perdido la presidencia y hubiese sido juzgado y encarcelado. Ahora, con la complicidad de la prensa, no pasa nada. Por eso creo que nos ha faltado mucha articulación entre nosotros y hablar más con nuestras bases porque muchos se dejaron ganar la moral. No nos dejemos ganar la moral, somos los que tenemos razón y los que estamos del lado correcto de la historia. Somos honestos y estamos siendo asediados por la derecha que quiere volver al pasado.

¿Cómo se puede llevar a cabo la batalla contra los grandes medios?

Insisto, no tengo todas las respuestas. Tengo muchas preguntas. Necesitamos democratizar los medios. Nosotros lo intentamos en Ecuador y sufrimos boicot tras boicot. Muchos dirigentes de izquierda no lo entienden pero mis opositores no eran la derecha sino los medios. En Argentina el opositor fue Clarín, en Brasil no pasaría todo lo que pasa sin el rol de medios como Veja y otros. La prensa mercantil es el guardián del status quo, en nombre de la libertad de expresión dicen cualquier cosa, mienten y calumnian, ya que no tiene un contrapoder que los regule como corresponde en toda democracia. El poder mediático sin contrapoder es uno de los males de la humanidad en el siglo XXI. Así como una buena prensa es vital para un país, una mala prensa es muy perjudicial para la democracia, los Derechos Humanos y el Estado de Derecho.


*Resumen del Sur, portal especializado en política internacional. Fuente: http://www.resumendelsur.com/2018/03/18/entrevista-a-rafael-correa/

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