Oveja Negra

Entre la memoria de un tiempo pasado, el doloroso presente y la necesidad de futuro


25 de noviembre de 2022

Oveja Negra

El presupuesto a pedido del FMI, los debates intestinos de la clase política que orbitan las elecciones como única prioridad y una política que solo contempla la miseria sin comprendarla, como un incómodo presente en el que recordamos a Néstor Kirchner. “Lo importante es andar con el corazón despierto”, nos enseñó ese gran reparador de sueños.

Fernando Gómez

La nostalgia te atrapa en el pasado, te hace volver la mirada hacia atrás y perder el horizonte. Te atrapa en el dolor que dejan las ausencias, en la melancolía por un tiempo sin porvenir. La memoria no, la memoria es un arma cargada de futuro, te permite volver a pasar hechos y personas por el recuerdo y los sentimientos. La memoria es un motor indispensable en la construcción del destino colectivo.

Los héroes existen, irrumpen en la historia para garantizar la victoria de los humildes, para reparar los sueños rotos. Nuestros héroes son de carne y hueso, viven con la pasión aferrada al corazón, tanto que funden su existencia en el sacrificio de una vida digna de ser pasada una y otra vez por la memoria. Quizás por eso Walsh nos enseñaba que las clases dominantes pretenden que no tengamos historia, héroes ni mártires.

Un nuevo 27 de octubre se nos incrustó en el calendario y nos convocó a repensar a Néstor Kirchner. Las redes sociales se inundaron de recuerdos efímeros de dirigentes y funcionarios ocasionales. Recuerdos formateados por asesores de prensa que se copian entre sí para parecer creativos a la hora de plasmar una efeméride. Otros utilizan la memoria de Néstor para bendecir su propia figura.

Pocos, muy pocos, acumulando fuerzas para reconstruir una política aferrada a las convicciones y no a los cargos, que reivindique al que no dejó las convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno, quien no llegó al negocio de la política, quien enseñó que no pasaran a la historia aquellos que especulen, sino los que más se la jueguen.

Sucede, por cierto, que Néstor es una incomodidad en el zapato de aquellos que con vergüenza o desvergüenza conforman un gobierno cuya política efectiva marcha a contramano absoluta del tiempo histórico que nos permite pasar por la memoria el recuerdo de Néstor Kirchner.

El mismo día en que el Congreso Nacional le daba media sanción a un presupuesto pensado y diseñado para satisfacer los intereses económicos y políticos del FMI, se cumplían doce años de su partida. Las mismas manos que se levantaban para convalidar que la mayor carga presupuestaria para el Estado Nacional durante todo el año próximo sean los servicios de la deuda pública, son los mismas que después aplaudían en algún homenaje de ocasión a quien supo decir allá por el 2005 que el FMI “ha actuado, respecto de nuestro país, como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino, de la mano de gobiernos que eran proclamados alumnos ejemplares del ajuste permanente. Nuestro pueblo lo corrobora.”

Dos postales de un presente oprobioso

Hace una semana atrás, el Ministro de Economía Sergio Massa y la directora ejecutiva de Anses, Fernanda Raverta, anunciaron un “refuerzo alimentario para adultos sin ingresos”. 45.000 pesos a pagar en dos veces a personas que no cobren absolutamente nada, que no tengan ningún bien a su nombre, que no tengan ningún consumo bancarizado en dos meses, ni obra social, ni que hayan recibido ni un solo peso en alguna cuenta.

Las expectativas del anuncio eran que dos millones de personas lo fueran a cobrar, razón por la cual, el esfuerzo presupuestario es de 90.000 millones de pesos. Esa misma plata es lo que el Estado Nacional le paga a los Bancos por intereses de Leliq y otros instrumentos financieros en apenas seis días hábiles.

Es decir, los intereses de Leliq, prometidos en la campaña electoral del 2019 que se iban a desmantelar por ser una estafa, permiten pagar en seis días la misma guita que van a recibir dos millones de personas, a las que la decisión de Anses y el Ministerio de Economía, obliga a exhibir su estado de indigencia en largas filas en las puertas de un Estado Nacional que aparece desbordado por el dolor social causadas por sus propias decisiones.

El desmoronamiento ideológico y el descalabro ético de la dirigencia política es tan grande que la decisión de reunir millones de pobres a que tramiten un certificado de indigencia para cobar una miseria que sólo tiene efectos estadísticos en la puerta de un organismos público, pretendía ser un anuncio que implicara mostrar un gobierno que aún conserva vocación distributiva. Peor aún, para algunos, pretendía ser la conquista social alcanzada tras las críticas lanzadas en redes sociales al gobierno que integran sin hacerse los entendidos de integrarlo.

Mientras millones de compatriotas hacían fila para obtener un refuerzo alimentario, el Ministro de Economía organizaba un asado en su quincho personal para agasajar al embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Mark Stanley, quien concurrió con los parlamentarios norteamericanos  Robert “Bob” Menéndez del Foreign Relations Committee, Rob Portman, Richard Burr y Ben Sasse, de la Comisión de Finanzas. La mesa se sirvió también para la secretaria de Energía, Flavia Royon, y el encargado de Relaciones Internacionales, Gustavo Martínez Pandiani.

Era el cierre de una jornada de largas reuniones en las que Sergio Massa trabajó con los parlamentarios norteamericanos y el embajador de ese país en la “agenda de seguridad energética y alimentaria en el contexto global.”

En el año 2001, en un acto en Dolores en la Provincia de Buenos Aires, Néstor fustigó al gobierno de De La Rúa al señalarle que “A los que gobiernan la Argentina hoy, lo único que les importa, es el establishment, los grandes números, las bolsas, y el resto de la Argentina parece que está demás” y le espetaba al conjunto de la clase política “hay una dirigencia política, que está detenida en el tiempo, que vive asustada, que tiene miedo, porque le dicen: “Esto o el caos”. Y yo les pregunto: Si esto no es el caos, cuál es el caos que está viviendo hoy la Argentina. Que otras penurias nos esperan. Cuál otra traición nos tienen preparada”

Néstor, que supo interpretar como nadie la rebelión popular del 20 de diciembre de 2001 y el tiempo agotado de una dinámica de repetir hasta el hartazgo la agenda neoliberal que nuestro pueblo había hecho volar por los aires, ya había anticipado ese cierre de ciclo meses antes.

A 20 años de aquel tiempo que se pretendía cerrado, Néstor sigue siendo una incomodidad para quienes encuentran siempre una rezón para justificar cualquier barbaridad. 

 

¿Convicciones? Nooo, PASO

Un debate que atraviesa al conjunto del sistema político, que es capaz de cruzar los debates de un lado y del otro del pretendido negocio de la grieta, es la oportunidad o no de mantener la vigencia de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

Los que necesitan las PASO para pretender arrimar el bochín a la supervivencia individual en algún cargo electivo se llenan la boca hablando de democracia, participación popular, legitimidad política y enormes cantidades de etcéteras. Los que quieren robustecer la mano que sostiene la lapicera, y promueven la derogación de las PASO, intentan convencer a propios y extraños de la existencia de un gasto innecesario o se llenan la boca hablando de oportunidades políticas.

 

En esta semana, Alberto Fernández defendió las PASO a ultranza, sabiendo que su extinta legitimidad política está aferrada a mantener la expectativa de que le legalicen una boleta electoral. Wado de Pedro fue el encargado de contestarle, muy consciente que promover la derogación de las PASO no sólo le permite aglutinar expectativas dirigenciales contra los intereses de Alberto Fernández, si no que robustece la lapicera que empuña el kirchnerismo, aferrado a la legitimidad que aún conserva Cristina.

Lo cierto es que la dirigencia política apura los tiempos de comenzar a debatir las próximas elecciones, no sea cosa que tengan que andar exponiendo las convicciones políticas que dicen abrazar y que alguien se las constante con la realidad efectiva.

Debaten listas, candidaturas, se sacan fotos, achatan discursos y hacen cuentas aferradas a encuestas que no sirven para comprender la dimensión de los conflictos sociales que atraviesan la agenda cotidiana de una Argentina que cada día menos terminan de comprender.

¿Cómo no va a resultar incómodo recordar a Néstor Kirchner? Aquel que proclamaba que “No estamos en el negocio de la política, estamos en la transformación de la Patria”.

Aquel Néstor que decía que “No queremos más la práctica de un culto al individualismo, a la personalidad y a la teoría del jefe. Esas teorías que tanto daño han hecho a la política argentina y han quebrado su calidad y hasta su propia moralidad los que quisieron llevarlas adelante” o el que señalaba que “no pasarán a la historia aquellos que especulen, si no, los que mas se la jueguen”.

Toda coyuntura que se pase por el filtro de Néstor Kirchner, y aún mas lejos, de Juan Perón, habrá de encontrar el abismo que separa la actual debacle política del Frente de Todos con aquellas convicciones que forjaron una doctrina nacional en tiempos del peronismo.

El repaso incómodo de aquel Néstor Kirchner que se preocupaba por la salud política de nuestro país y se preguntaba a que sistema se pretendía volver cuando se atacaban las conquistas populares. Néstor preguntaba si recordaban “¿Esa Argentina que votaba las leyes que pedía el Fondo, de esa Argentina que condenó a millones de argentinos a la pobreza, de esa Argentina que condenó a nuestros jubilados al hambre permanente, después de haber trabajado una vida, de esa Argentina que trabajó y generó leyes para salvar a los bancos sobre los argentinos?”

Néstor Kirchner no es sólo incomodidad, es también información del futuro. Hay mucha más agenda para el devenir de nuestra Patria en su vivo testimonio que en la agenda política de una dirigencia política que se marchita sobre su propia crisis de representatividad.

Organizar a nuestro pueblo, aferrarnos a las convicciones y forjar agenda de futuro con la grandeza de la Patria como destino y la felicidad de nuestro pueblo como objetivo, siguen siendo al forma de recordar a Néstor Kirchner tal y como está, INSOPORTABLEMENTE VIVO.

Compartir esta nota en