Oveja Negra

El peor momento del gobierno, se viene el primer paro nacional


21 de marzo de 2017

Oveja Negra

El 6 de abril llega caldeado de conflictividad social: un marzo caliente, todos los indicadores económicos en caída, la movilización que se espera masiva por el día de la Memoria que se aproxima, una presa política en Jujuy y el gobierno sin encontrar respuestas a las demandas del pueblo.


Por Lucas Arzamendia 

A pesar que desde el ejecutivo insisten en que mejoraron los números de la economía nacional y que las expectativas de crecimiento para este año son buenas, no existe ningún indicador que sostenga ese relato. El desempleo bajo desde el 9,3% al 7,6% durante 2016 según las cifras de la última publicación del INDEC,  pero este dato es engañoso, porque las causas de la caída responden a la cantidad de trabajadores que dejaron de buscar empleo, y no a un crecimiento de la actividad económica, ni a las contrataciones de algunos de los miles de puestos de trabajo que se perdieron durante la administración Macri.

Desde el punto de vista de la actividad industrial, el derrumbe es de un 4,7% interanual entre enero de 2017 y el año anterior: cientos de talleres textiles cerraron como producto de la apertura de importaciones, y la construcción se desplomó llamativamente por el congelamiento de la obra pública y la lluvia de inversiones que nunca llegó. El sector textil y de la construcción lideran la hecatombe de la promesa de volver a crecer.

La cifra de desempleados de estos 15 meses de gobierno oscila entre los 200.000, número record de destrucción de puestos de trabajo para un gobierno democrático en un lapso tan breve de tiempo. Mientras que  la conflictividad social en la Ciudad de Bs As  aumentó más de un 400% en el mes de marzo,  ascendiendo a un promedio de 4 piquetes por día. La ministra de seguridad, Patricia Bullrich, en declaraciones aseguró: “vamos a actuar, pero eso no significa que tengamos un muerto”, tratando de trasmitir miedo desde la retórica.

Desde la cartera de trabajo, el ministro Triaca avanza contra la C.G.T. por la decisión del paro que no tiene vuelta atrás: lo que se busca es la intervención de la central en función del estatuto que dio lugar al triunvirato electo, lo  que supone  la  designación de un solo secretario general, por un lado, y por otro, hacer cumplir el cupo femenino. Los tres de la cúpula conviven entre las presiones de sus bases, la pérdida masiva de afiliados, la relación pendular con el gobierno, el dinero de las obras sociales y los tiempos electorales, al mismo tiempo que presentan un esquema escalonado de conflictividad. El sindicalismo peronista, acostumbrado a ocupar la centralidad de la escena cuando el peronismo es oposición, tiene el desafío de representar una sociedad civil activa, movilizada y pendiente de sus movimientos.

El conflicto docente, que no se resuelve aún, tiene al  gobierno  obsesionado por cerrar las paritarias debajo del 20%, porque funciona como caso testigo del resto de las negociaciones salariales.

Es por eso que el 6 de abril llega caldeado de conflictividad social. Un marzo caliente, todos los indicadores económicos en caída, una masiva movilización por el día de la Memoria que se aproxima, una presa política en Jujuy, y el gobierno sin encontrar respuestas a las demandas del  pueblo.

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