Oveja Negra

El militante


24 de enero de 2018

Oveja Negra

79 años cumple Ernesto Jauretche, y te compartimos un texto imperdible de una auténtica Oveja Negra.

Como si de una sentencia se tratara, aquella  milonga sigue susurrando por lo bajo que somos mas viejos que nuestra edad verdadera. 

Capricho eterno del militante, el de vivir naciendo.

Y en eso anda Ernesto, contando un nuevo nacimiento. 79, recién.

Viejo y obstinado, cabron por herencia. De aquellos que no se resignan a que las heridas sean en vano. 

Visceralmente joven, de los que trazan el destino colectivo en el horizonte largo de nuestros sueños, que no agarran los atajos de la historia ni por ventaja, ni por apuro.

 Si el peronismo no le hubiera asaltado su existencia, si no hubiera conquistado su razón y su pasión, no podría explicar esa compleja anomalía de andar con los sueños inalterables. 

Feliz cumpleaños, Ernesto Jauretche, oveja negra del rebaño. 


 

EL MILITANTE, por Ernesto Jauretche

Militante es aquel que intenta transformar el mundo con su ejemplo; sabe que decir lo que se piensa y hacer lo que dice es el arte mayor de una noble práctica política.

Su proceder está guiado por un precepto evangélico: luchar por la igualdad entre todos los seres humanos. Su enorme tarea se inscribe en un paradigma fraterno: “ningún ciudadano se realiza en una Nación que no se realiza”.

La cultura de la solidaridad y el trabajo le marcan el norte de las utopías revolucionarias. Arrastrando este sublime bagaje, caerá mil veces; encontrará energía en el servicio a sus semejantes y mil veces se levantará.

Su paso por la historia sólo está justificado si es capaz de honrar la vida: defender los derechos sociales y políticos de los desposeídos, y sostener a ultranza, poniendo el cuerpo si es preciso, una inquebrantable lealtad con el pueblo que le da su aliento.

Se apega a los principios éticos que hacen mejores a todos los humanos y ejerce las conductas morales escritas en la conciencia colectiva.

Por eso el militante sólo existe como héroe colectivo; no puede expresarse como individuo sino dentro de LA MILITANCIA. Hoy, cachuza, desperdigada y diezmada, esa tropa obstinada en escribir día a día la historia argentina vuelve a encontrar un rumbo y una esperanza. Hacen frente a un enemigo implacable: “la raza maldita de los explotadores” y sus mandaderos: los que tienen, siéndolo o no, “alma de oligarcas”.

Para defender el sueño de una patria justa, libre y soberana, soldados incansables de la igualdad, la libertad y la democracia alimentarán la llama inextinguible de nuestra pasión argentina. El aluvión de la militancia popular se levantará otra vez como el batallón escogido de un ejército invencible: el de la clase trabajadora argentina.

 

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