Oveja Negra

El ataque timbero


25 de octubre de 2023

Oveja Negra

El dólar ilegal superó los mil pesos durante la semana y se acomodó apenas por debajo de la cifra. Un ataque especulativo que se hace habitual en las previas electorales y para el que no se toman decisiones de política económica para neutralizar la capacidad de maniobra de los grupos económicos que fugan capitales y especulan con la divisa extranjera.

La vorágine electoral puso las miradas sobre los comentarios de Javier Milei que, como es costumbre, aseguró que “el peso es la moneda que emite el político argentino y por ende no puede valer ni excremento, porque esa basura no sirve ni para abono” y que si tuviera que recomendar inversiones, no alentaría a renovar plazos fijos en pesos.

Con idénticos fundamentos, pero con las particularidades de su neurósis, propuso la misma solución Ramiro Marra, desde su cueva financiera fundada por su padre y gestionada por su familia “BullMarket” donde apuestan contra el país y su gente desde hace largos años.

Milei, y su entenado electoral Ramiro Marra, tienen la tendencia política y económica de despreciar al país, su moneda, sus tradiciones, sus costumbres y han, de manera sorprendente, entusiasmar a una porción de la población detrás de semejante ataque colonialista.

En ese camino, sus asertos sobre la moneda nacional y sus boconadas sobre el plan de dolarización, pusieron color sobre aquello que se ha transformado en una tradición de la economía entregada a los grupos económicos en los últimos ocho años, tensionar la devaluación de la moneda nacional para maximizar rentabilidad por parte del poder económico.

“Las etapas electorales generan efectos cambiarios relevantes. Son tiempos de incertidumbre que agitan las apuestas especulativas cuyos impactos se trasladan a la economía real, disparando el valor del dólar, aumentando la brecha cambiaria, alentando la inflación y deprimiendo los salarios” señala el economista Guillermo Oglietti en un reciente informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).

“La tasa de devaluación se acelera durante las etapas electorales, en especial tras conocerse los resultados de las PASO que provocan una sobre-reacción especulativa de parte de los mercados, y así disparan el valor del dólar paralelo, haciendo subir las expectativas de devaluación del tipo de cambio oficial y de los precios” destaca Oglietti.

En ese marco, repasa los tres últimos escenarios electorales presidenciales. 2015, 2019 y 2023.

  • Durante el período electoral de 2015 (entre principios de junio y la primera semana después de las PASO), la tasa de devaluación del peso fue del 8,2% mensual, 3,4 veces mayor al ritmo de devaluación que había tenido el segundo mandato de CFK hasta junio de 2015.
  • En 2019, entre junio y la primera semana tras las PASO, la tasa de devaluación fue del 12%, esto es, 4,4 veces mayor al ritmo de devaluación del 2,7% mensual que tuvo el gobierno de Mauricio Macri hasta junio de ese año.
  • En 2023, entre junio y la primera semana tras las PASO, la tasa de devaluación fue del 20,5%, esto es, 4,4 veces mayor al ritmo de devaluación del 4,7 % mensual que mantuvo el Gobierno de Alberto Fernández hasta junio de este año.

Esta circunstancia, naturalmente, tiene su costado inflacionario. “El efecto cambiario del período electoral también tiene impacto sobre los precios” señala en el informe, y destaca que “La inflación acumulada durante todo el período analizado, que comprende el segundo mandato de CFK, el Gobierno de Mauricio Macri y lo transcurrido hasta agosto del Gobierno de Alberto Fernández, sería un de 22 % menor a la registrada si las etapas electorales hubiesen sido estables”.

Oglietti reflexiona sobre estos indicadores y señala que “los períodos electorales en Argentina son un río revuelto para ganancia de especuladores. Las devaluaciones del dólar Blue post PASO que se produjeron en 2015, 2019 y 2023 debilitaron el peso generando expectativas de devaluación del dólar oficial y aceleraron la inflación. Es una tragedia anunciada que sucede cada 4 años cuando lo determina el calendario electoral.”

En ese marco, concluye que “durante la competencia electoral los candidatos opositores pueden agravar el problema anunciando devaluaciones como hizo Macri en 2015, permitiendo una devaluación brusca como hizo Macri a modo de castigo a la población en 2019, o alentando a la población a comprar dólares y tirar los pesos por la basura, como hace Milei en estos días, es indispensable buscar un arreglo institucional diferente que permita aliviar al país de este trastorno.”

El analista económico Rodolfo Treber, sostiene que “los grupos económicos tratan de marcar la cancha imprimiendo una nueva corrida bancaria que le ponga un techo lo más alto posible al nuevo precio del dólar en la Argentina” y lo hacen “Porque estos grupos transnacionales operan principalmente en el comercio exterior argentino, son 4 o 5 empresas transnacionales que manejan la mayoría del comercio exterior argentino y recordemos que estas compañías venden en dólares pero cobran en pesos, cuando venden en dólares, los dólares ingresan al Banco Central y el Banco Central le da la cantidad de pesos por dólar que valga el tipo de cambio, por lo tanto, cuanto más inflación haya, cuanto más se devalúe la moneda local, ellos ganan más cantidad de plata”.

Treber sostiene que “A ellos les conviene una Argentina debilitada, una moneda argentina débil para tener mayor riqueza y para aumentar sus saldos exportables, para aumentar su exportación al extranjero, para ganar más plata, entonces en ese proceso de acumulación de riquezas, los grupos concentrados buscan un techo al tipo de cambio del dólar lo más alto posible, por eso son las corridas bancarias.”

Según expone, el drama de la dolarización para la Argentina se puede comenzar a evidenciar desde su propia enunciación por parte de un candidato presidencial. Sostiene Treber que la corrida evidencia “el daño enorme, grave que puede causar una dolarización total como la que quiere el candidato Milei, se muestra claramente el daño enorme que puede causar destruyendo el poder adquisitivo del salario y destruyendo lo poco que queda del aparato productivo argentino”

La corrida, por otro lado, también exhibe “la incapacidad de reacción del gobierno nacional ante la subordinación a las exigencias del FMI que le impide intervenir sobre estos grupos financieros”.

La solución a éste dilema atrapado en la dependencia económica, expone, es “operar regulando el tipo de cambio, impidiendo que se comercialice los dólares financieros, el dólar ilegal, impidiendo la fuga de capitales, para eso deberían derogar la ley de identidades financieras, derogar la ley de inversión extranjera directa”.

Horacio Rovelli también expone las responsabilidades del gobierno en la incapacidad de intervenir seriamente ante el escenario de corrida cambiaria que se evidencia.

Así, señala que “Se le pagó la deuda externa a las empresas privada por 28.000 millones de dólares. Hemos subsidiado el pago a las deudas de empresas. Los dólares que faltan son los 28.000 millones de dólares que el Banco Central dilapidó, le vendió a precio oficial a estas empresas para que paguen su deuda. Esta situación nos dejo que sin reservas internacionales, obviamente en pleno proceso electoral y de salida de este gobierno, presionan para ganar más, para que por cada dólar que traen les den más activos o más trabajo argentino.”

Sin perjuicio de ello, sostiene que “hay formas de parar la corrida. El gobierno, pese a que no tiene reservas internacionales, tiene por tomar tres medidas. La primera, cumplir y hacer cumplir la ley 19.359, que es el régimen penal cambiario, que dice que solamente es el Banco Central quien autoriza el intermediario en cambio. Segundo, declarar la emergencia cambiaria, restableciendo el decreto 2581 de 1964. En su artículo 5º de la emergencia cambiaria dice que toda emisión de remesas de divisas extranjeras deben ser autorizadas expresamente por el Banco Central de la República Argentina. Todas, de cualquier tipo, sea cual sea el motivo. Néstor Kirchner gobernó en medio de este decreto, lo derogó Macri. Y este gobierno, que hizo una ley de emergencia sanitaria, social, previsional, es profeso, dejó afuera la principal, que es la emergencia cambiaria. Y por último, continuar con la supervisión integral de todas las operaciones de cambio, de todas. Como hizo la Dirección General de Aduanas, en conjunto con la Unidad de Información Financiera, UIF, y la División de Lavado Activo de la Policía Federal, en el caso reciente de fragua de importaciones, o sea, se habían realizado falsas importaciones, y el sistema integral de monitoreo de importaciones del crimen lo detectó. Se realizaron allanamientos en 18 bancos, 8 estudios contales y 25 sociedades. Esto es lo que hay que continuar haciendo.”

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