Oveja Negra

Conflicto gremial en la empresa Rapistand


23 de noviembre de 2017

Oveja Negra

Foto: EL1DIGITAL
Foto: EL1DIGITAL

Por Susana Parodi


De acuerdo a la Secretaría de Producción de La Matanza, unos 3000 matanceros de la industria metalúrgica y la metalmecánica se encuentran afectados desde el año pasado por la caída de la actividad del sector, que representan el 25 por ciento de la actividad industrial del Partido. Mil fueron despedidos y unos dos mil fueron afectados con suspensiones, recortes de jornadas de trabajo y horas extras.

Si bien el último informe del INDEC revela un repunte de la actividad económica en un 4,9%, traccionado principalmente por la construcción, según la cartera de producción comandada por Débora Giorgi, en el sector metalúrgico el aumento de las importaciones, la retracción de la demanda y las altas tarifas de servicios impiden la recuperación de estas industrias.

En este marco se inserta el conflicto de los obreros de la empresa Rapistand, quienes sostuvieron un paro de actividades desde el 14 al 21 de noviembre pasado.

Esta medida, como los cortes de ruta y toma de la planta llevadas a cabo en setiembre del corriente año, obedecen a faltas y atrasos en los pagos de salarios, aguinaldo y cuotas a los que aceptaron el despido a cambio de la indemnización correspondiente, como así también, a despidos injustificados y atrasos en los pagos de las quincenas.

Los 14 despidos que ocasionaron el corte de ruta fueron resueltos favorablemente, ya que fueron reincorporados, pero los incumplimientos en los pagos persisten.

También es notorio el deterioro del salario de estos trabajadores que hace tiempo han debido renunciar a los premios que habían obtenido en años anteriores, premios por producción y presentismo que representaban el 50% de su salario real.

El 21 de noviembre los obreros de Rapistand levantaron el paro en otra muestra de buena voluntad para encontrar soluciones. Es obvia la desigualdad de fuerzas entre trabajadores y empresarios, los trabajadores y sus familias dependen de sus ya magros salarios; los empresarios y sus familias tienen bienes de capital para resistir un largo rato.

Así es que en un acuerdo informal entre Rapistand -representada por su Jefe de RR HH, Adrián García y su Presidente Pedro Mozoluk- y los trabajadores acordaron levantar el paro a cambio de que la empresa termine de pagar la quincena adeudada y pague en término de acá en adelante. La empresa se comprometió así a pagar por semana.

Claro que también la empresa pretende una re-estructuración de personal porque quiere cerrar una de sus plantas. Rapistand tiene 3 plantas de fabricación en La Matanza: una en Villa Luzuriaga donde revistan unos 56 trabajadores, otra en Isidro Casanova con 65 y la tercera en San Justo con 22. Está última es la que se pretende cerrar pero sin echar a los trabajadores, sino re-ubicándolos en la planta de Isidro Casanova. Comentan los trabajadores que el cierre se produce por el aumento en las tarifas de energías.  

Oveja Negra escuchó a los trabajadores y emociona la obstinación para mantener sus fuentes de trabajo, como así también su perseverancia en las negociaciones, que a veces se tensan ante la falta de cumplimiento de la parte empresarial.

Por eso Oveja Negra también investigó que es Rapistand y en su propia página web leyó que comenzó en el año 1959 como una empresa familiar que fabricaba estantes para heladeras. Nos enteramos que años después su dueño -un tal Bernat- fallece y quedan sus hijos. A partir de ahí no se sabe si la firma se vendió o de qué manera pasa a formar parte del Grupo Servas, cuya principal empresa se dedica a fabricar ascensores, elevadores y escaleras mecánicas, con una planta ubicada en Gregorio Laferrere (La Matanza). Otra de las divisiones del grupo hasta donde sabemos es Servas Energy, fabricante de grupos electrógenos a gas o diesel.

La empresa avanzó desde armar pequeñas estructuras metálicas hasta realizar equipamientos para supermercados y grandes oficinas corporativas aquí y en el exterior. Pero indudablemente también siente el cambio de época. Durante el año 2015 en una ronda de negocios en Paraguay -según nota del diario La Nación- Pedro Mozoluk, presidente del Grupo SERVAS de Argentina, hablaba de un gran proyecto con posibilidades de instalar en el país una de las empresas para producir o integrar y abastecer al mercado local y generar posibles exportaciones. Mencionó, incluso, una inversión estimada en unos US$ 5 a 6 millones a dos años, o sea para este año 2017.

Ya el año pasado escuchamos sus declaraciones en el festejo matancero del Día del Empresario Nacional, y el mismo Pedro Mozoluk hablaba de los problemas que le acarrean las importaciones del sudeste asiático.

Este año vemos trabajadores en la calle, paros, achicamiento de la capacidad productiva, cierre de plantas, disminución de oportunidades de trabajo para un municipio que crece en base a sus industrias, ninguna inversión de millones de dólares, al contrario las inversiones se van.

Un caso más que demuestra a donde nos lleva este modelo de opresión y achicamiento que ejecuta Cambiemos. Casos de familias que sufren la incertidumbre de no saber hasta cuando ese digno plato de comida, que se gana con el trabajo diario, llegará a su mesa. Hasta cuando el jefe o jefa de familia sentirá el orgullo de sus manos hacedoras, hasta cuando el mate será el prólogo de un día de trabajo seguro y pago. Hasta cuando…Entretanto las Ovejas Negras se van acercando al fuego.


 

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