Oveja Negra

A MI NO ME LA VAS A CONTAR


18 de septiembre de 2017

Oveja Negra

Ilustración: SERKO - http://serkocaricaturas.blogspot.com.ar
Ilustración: SERKO - http://serkocaricaturas.blogspot.com.ar

La mentira es tan vieja como la verdad, y su utilización como recurso político de las clases dominantes, no es precisamente una invención propia de este nuevo ciclo del neoliberalismo. Testigo incómodo de su uso descarado contra el peronismo era aquella invención maravillosa de Enrique Santos Discépolo, su inigualable Mordisquito y aquel remate que tiene brutal vigencia: “¿A mí me la vas contar?”.

Sin embargo, la hegemonía alcanzada por los grandes grupos económicos de la comunicación, la  masificación casi absoluta de una comunicación sencilla y poco profunda extendida por el auge de las redes sociales, y razones que escaparían a la indagación posible de esta humilde editorial, han logrado que esta nueva etapa de ofensiva oligárquica esté horadando los límites del cinismo y la hipocresía que serían necesarios para que la mentira, como recurso político, no trascienda los márgenes de la agresión sobre el sentido común. Por esa misma razón que el Indio sintetizaba en aquella certeza de que “violencia es mentir”. 

La permanente resurrección de Nisman, aquel impresentable fiscal que llegó a su cargo como premio a garantizar la impunidad del ejército por la desaparición forzada de los militantes que participaron del asalto al cuartel de La Tablada y que luego permaneció al frente de la investigación AMIA, pese a que sus colegas Barbaccia y Mullen fueran apartados por garantizar su encubrimiento, es un ejemplo bien nítido de la eficacia de la mentira para destruir el sentido común, a pesar de lo burdo de su montaje.

Un dictamen sin sustento jurídico, un disparo efectuado desde el arma de su empleado experto en tecnología, en un domicilio custodiado por la empresa del actual Jefe de Inteligencia, luego del acoso telefónico de la actual Ministra de Seguridad, son presentados como pruebas irrefutables para sostener que Nisman fue asesinado y con participación de Cristina Fernández de Kirchner.

Todo por una nueva pericia de gendarmería nacional que evidencia su asesinato, justo la fuerza a la cual la misma Ministra de Seguridad, en este preciso momento, le está garantizando su impunidad por la desaparición forzada de Santiago Maldonado, la cual se llevó adelante con la intervención de su jefe de gabinete, Pablo Nocetti.

La muerte de Nisman va a atravesar una campaña electoral, como excusa para sepultar dos certezas que afectan decididamente la vida real de las mayorías populares en la Argentina.

Si la contáramos nosotros, no nos creería nadie.

Sin embargo, la muerte de Nisman va a atravesar una campaña electoral, como excusa para sepultar dos certezas que afectan decididamente la vida real de las mayorías populares en la Argentina.

La primera, es que el gobierno de Mauricio Macri y los grupos económicos que están destruyendo la economía Argentina, preparan un brutal ajuste para profundizar la enorme transferencia de recursos que vienen llevando adelante desde el 10 de Diciembre de 2015 sobre el ingreso popular, para engrosar los balances de sus empresas.

La segunda certeza, es el ciclo represivo con el que pretenden asegurar la eficacia de las recetas económicas que han empujado, a lo largo de los años, a un destino de miseria planificada para el conjunto de nuestro pueblo.

El gobierno no puede ocultar, porque así se lo exigen sus mandadores, la destrucción de los derechos laborales que habrán de llevar adelante luego de las elecciones de octubre. Lo expresó el multimillonario dueño de Mercado Libre, quien abrió la boca para cuestionar el costo laboral en la Argentina y lo que llaman la pérdida de productividad en relación a Brasil, luego de la reforma laboral llevada adelante por el golpista Temer.

El gobierno no puede ocultar, porque así se lo exigen sus mandadores, la destrucción de los derechos laborales que habrán de llevar adelante luego de las elecciones de octubre.

Como si MercadoLibre produjera algo más que una página de internet que vive de las regalías de la producción ajena y como si, sobre la urgencia de la flexibilización laboral, se asentara el destino de los trabajadores que cada día sienten más temor por perder sus fuentes de trabajo.

Un gobierno que anticipa una reforma impositiva para que las empresas paguen menos guita al Estado, pero consolida o amenaza con ampliar el impuesto que pagamos todos como resulta ser el IVA, y transforma su discusión como una necesidad para garantizar más trabajo y menos pobreza, es un gobierno de una eficacia inigualable para imponerle a los trabajadores la agenda de sus patrones. Hegemonía, le decía Gramsci.

Ahora le dicen post-verdad y está buena la teorización sobre el asunto. De lo que se trata, en definitiva, es de una banda de mentirosos que tienen objetivos inconfesables, que siembran odio por donde caminan y que desean la muerte de todo aquel que abrace la política para cuestionar sus privilegios.

Macri es la cara visible de la revolución de los ortivas. De aquellos que para alcanzar sus fines, necesitan sepultar la militancia y la solidaridad que es el tesoro más preciado de los pobres. Que son capaces de violar cualquier pauta democrática para asegurar el castigo a Milagro Sala, presa por organizar a los humildes y cuestionar los privilegios de los poderosos. Que son capaces de restaurar el pasado más oscuro y garantizar la desaparición forzada de Santiago Maldonado, y para peor, aprovechar sus crímenes para inventar un enemigo al que reprimir cuando se subleven los de abajo.

(...) El único límite que pueden encontrar los miserables es el peronismo, el mismo al que han intentado proscribir, fusilar, torturar, asesinar y desaparecer a lo largo de la historia reciente (...)

Desde hace setenta años, el único límite que pueden encontrar los miserables es el peronismo, el mismo al que han intentado proscribir, fusilar, torturar, asesinar y desaparecer a lo largo de la historia reciente. La suma de sus miedos, el único de transformar en vocación de poder la verdad necesaria a la que puedan abrazarse los humildes para liberarse de las mentiras de sus verdugos, es el peronismo.

Nos enderezamos a transitar un tiempo decisivo para construir un freno a este nuevo ciclo del neoliberalismo en la Argentina. Precisamos construir una victoria enorme de Cristina Fernández de Kirchner en las urnas, para reconstruir la vocación de mayoría del peronismo. Necesitamos construir más organización popular, para defender en la calle el destino de una democracia que los patrones que gobiernan, amenazan con llevarse puesta.


                                    Colectivo de Medios Oveja Negra

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