Oveja Negra

148 MIL MILLONES DE DOLARES: LOS VENCIMIENTOS DE LA DEUDA EXTERNA


23 de abril de 2019

Oveja Negra

"Los vencimientos de deuda que deberán pagarse en 2020-2023 ya superan los USD 148 mil millones" destaca el informe de la UMET a través de su Observatorio de la Deuda Externa.

Por UMET *

Ya concluido el primer trimestre del año, la economía exhibe con crudeza un resultado estructural: se ha ampliado “la grieta”, la de ricos y pobres, la de los de alto patrimonio y excluidos, la de los que tienen y los que no tienen trabajo, la de aquellos que ganan lo mínimo para subsistir y los que capturan rendimientos financieros, agrícolas, mineros, petroleros o gasíferos. Esta grieta se marca hasta el punto de exhibir con crueldad las grandes diferencias sociales que se expresan en el crecimiento de la pobreza y el desempleo, con la perdida de salarios por la inflación, y en el cierre, desaparición y depresión del amplio tejido productivo nacional. Y es que el actual modelo económico genera una sociedad con cada vez más perdedores; es un modelo que incita a perder lo ganado en años en materia de derechos y reivindicaciones, y que empuja a la mayoría a vivir en condiciones de pobreza, con consecuencias devastadoras cada vez más estructurales.

Desde 2015 la Argentina ha sufrido toda clase de pérdidas: de empleo, de actividad económica, de inclusión social, de generación de desarrollo. Dos de cada tres argentinos desfavorecidos saben que su futuro seguramente será aún más doloroso, ya siendo muy difícil de mitigar con las peroratas del gobierno que enarbola un sinfín de discursos insustanciales y con grandes dosis de cinismo. También saben que el futuro que les espera se lo deben al crecimiento de la deuda externa, a la apertura indiscriminada de la economía, y a la falta de protección del trabajo y de la producción local, pero más aún a la falta de un proyecto que frene la inflación y la fuga de capitales, y que estimule una forma de acumulación de capital donde el excedente se reinvierta en nuestro país en aras de construir una economía moderna, sustentable e inclusiva: una economía con industria manufacturera y nuevas tecnologías, con altos niveles de inversión en infraestructura y modernización, y con un esquema de precios relativos que permita darle certidumbre tanto a inversiones como a trabajadores, permitiendo sepultar en el mediano plazo los exuberantes compromisos de deuda externos e internos (la mayor parte de ellos expresados en moneda extranjera).

La actual política económica ha permitido que la inflación tome un sendero que destruye a una velocidad incalculable la moneda local, favoreciendo la vigencia del dólar como moneda de reserva de valor y generando así un gran costo estructural a futuro. Quizás el primer paso para frenar esta crisis económica de inflación, dolarización y recesión, sea el de que al tiempo que se renegocia la deuda con el FMI y con acreedores privados, se desdolarice la formación de precios local y se genere un acuerdo entre todos los actores sociales y económicos para desactivar la indexación de contratos (que protege a los ya protegidos y debilita a los más vulnerables).

La deuda externa sigue siendo, como se observa en los recurrentes ciclos históricos argentinos, un gran impedimento para el futuro de las mayorías. Ya al día de hoy los indicadores de sostenibilidad de la deuda presentan cifras espeluznantes: en el año 2018, y según datos de la Secretaría de Finanzas, el stock de deuda pública alcanzó los USD 332.192 millones y el 86,2% del PIB, lo que implica un aumento del 40,9% y de 48,6 p.p., respectivamente, respecto a octubre de 2015; mientras que, según datos de INDEC, el stock de deuda externa total al IV-18 ya alcanzó los USD277.921 millones y el ratio sobre PIB el 72%, lo que implica un crecimiento del 66% y de 36 p.p., respectivamente, respecto al IV-15. Asimismo, y en tan sólo 3 años y 3 meses de gobierno, el Gobierno Nacional ha tomado deuda en moneda extranjera por un total de USD 127.957 millones, que deberá repagarse principalmente en los próximos 4 años, y si a dicha deuda se le agrega la tomada por el Gobierno Nacional en pesos, y la deuda del Sector Provincial y Corporativo en moneda extranjera, el total asciende a USD 187.706 millones.

Desdolarizar la economía, rearmar el esquema de precios relativos, incentivar las exportaciones, y recuperar la inversión y el consumo deprimidos definitivamente requieren de un amplio consenso; más aún si queremos que la deuda externa no se convierta en el gran disciplinador del futuro del país, imposibilitándonos de lograr el desarrollo autónomo, sustentable, duradero e inclusivo. De tomar otro camino, retornaremos a la dependencia, dado que apenas los fuertes se armen de poder y control evitarán perder sus privilegios, sepultando así la generación de una prosperidad que sea también inclusiva de las grandes mayorías.

El 2019 será un año en el que, muy probablemente, faltarán dólares para cubrir la demanda de todos los sectores de la economía (principalmente para el pago de deuda y la fuga de capitales). En este contexto, una mayor depreciación del dólar volverá aún más incierta la posibilidad de una cercana recuperación de la actividad económica y aún más problemático el equilibrio de las cuentas públicas (particularmente por el enorme costo de los pagos de la deuda). Y el 2020 será sencillamente más complicado, dado que los déficits estructurales sólo empeorarán.

La deuda externa es, como indicamos en este Informe, el gran problema estructural que le deja Cambiemos al próximo gobierno. Definitivamente los vencimientos de deuda en moneda extranjera (que para los años 2020-2023 ya acumulan los USD 148.501 millones) tendrán un peso imposible de superar si no hay cambio de la economía en su profundo malestar.

 

RESUMEN EJECUTIVO

? Las emisiones de deuda del Tesoro Nacional en moneda local y extranjera, los desembolsos por el préstamo del Tesoro Nacional con el FMI suscripto en junio de 2018 (y renegociado en septiembre), y las emisiones de las Provincias y el Sector Corporativo en moneda extranjera suman desde inicios de la gestión de Cambiemos unos USD 187.706 millones. De dicha cifra, el 82,4% son colocaciones en moneda extranjera y el 85,8% colocaciones únicamente del Tesoro Nacional (aproximadamente USD 161.030 millones).

• Según datos de la Secretaría de Finanzas, el stock de deuda pública al IV-18 creció en un 40,9% con respecto a octubre de 2015 hasta los USD 332.192 millones, mientras que el ratio sobre PIB aumentó en 48,6 p.p. hasta alcanzar el 86,2%. Asimismo, si se analiza la deuda pública por acreedor, se obtiene que en relación a octubre de 2015 el stock de deuda con el Sector Privado subió extraordinariamente un 163,5%, a la vez que subió la participación de la deuda con el Sector Privado sobre el total y el ratio de deuda con el Sector Privado sobre PIB: 20,7 p.p. hasta alcanzar un 44,6%, y 29,5 p.p. hasta 38,4%, respectivamente. En paralelo, el stock de deuda pública en moneda extranjera aumentó en un 70%, mientras que el ratio sobre PIB aumentó en 42,1 p.p. hasta alcanzar un ratio de 65,8% en el IV-18. Dado el contexto actual de escasez de dólares en la economía, estos datos resultan alarmantes y dan cuenta de que la sostenibilidad externa se encuentra cada vez en mayor riesgo.

• Según datos de INDEC, el stock de deuda externa total al IV-18 creció en un 66% respecto al IV-15 hasta alcanzar los USD 277.921 millones. Si se analizan los datos según sector institucional deudor, se observa que al IV-18 el Gobierno General explica la mayor parte de la deuda (el 62,5% del total) y alcanza los USD 173.584 millones, un 97,9% más en relación al IV-15. Este último dato no es para nada despreciable: quiere decir que el stock de deuda externa tomada por Nación y Provincias aumentó en casi un 100% en tan sólo 3 años y 3 meses de gestión. En cuanto al ratio deuda externa total/PIB, en el IV-18 alcanza el 72%, mientras que la deuda externa en manos del Gobierno General alcanza el 45%, unos 36 p.p. y 26 p.p. más en relación al IV-15, respectivamente.

• Al analizar el Balance Cambiario del BCRA con datos a febrero de 2019 se obtiene que desde diciembre de 2015 han salido del país divisas netas por FAE del SPNF, Utilidades, Dividendos y Otras Rentas, y Turismo por USD -64.272 millones, USD -6.614 millones, y USD -23.389 millones, respectivamente, estimándose una fuga de capitales total de USD -94.274 millones. Si se agregasen los Intereses de la deuda (por USD -32.551 millones) en el cómputo de la fuga de capitales, entonces la cifra total alcanzaría los USD -126.825 millones.

• Frente al actual panorama macroeconómico, existen dos grandes interrogantes: el primero tiene que ver con las posibilidades que tiene el Gobierno de Cambiemos para cerrar la brecha financiera de aquí a fines de 2019, incluso con la asistencia financiera del FMI; el segundo, con lo que le espera al siguiente Gobierno Nacional luego de las elecciones presidenciales de octubre de 2019, en particular en lo que hace a los monstruosos vencimientos de deuda que se aproximan. Para los meses que restan de Gobierno de Mauricio Macri (abril-diciembre de 2019) se esperan vencimientos de deuda en moneda extranjera por aproximadamente USD 32.235 millones, mientras que se espera recibir desembolsos por el préstamo stand-by con el FMI de USD 22.555 millones. Ya para los años siguientes, a la próxima administración le esperan vencimientos de deuda en moneda extranjera por USD 20.376 millones en 2020, USD 31.608 millones en 2021, USD 49.923 millones en 2022 (el monto más alto para todo el período 2020-2045) y USD 46.594 millones en 2023, mientras que los desembolsos que se esperan del FMI son de tan sólo USD 3.875 millones y USD 1.937 millones para los años 2020 y 2021, respectivamente. Debe tenerse en cuenta además que una parte importante de los vencimientos en moneda extranjera de los años 2020-2023 corresponde a bonos soberanos emitidos en estos últimos 3 años y 3 meses. En efecto, los vencimientos de la deuda en moneda extranjera emitida por Cambiemos en este tiempo ya representa un 29%, 41%, 59% y 61% de los vencimientos totales para los años 2020-2023, respectivamente.

? Pero además de heredar niveles de endeudamiento público cerca de la insostenibilidad, el próximo Gobierno heredará una inflación esperada del 36% para fines de 2019, una tasa de política monetaria por las nubes que actualmente se encuentra en torno al 67%, un dólar esperado de $50- $60 para fines de 2019, un índice de pobreza por encima del 32%, un mercado interno y una industria local prácticamente destruidos, y un balance comercial tímidamente superavitario (resultado únicamente del efecto de la severa recesión sobre las importaciones, y del efecto de las últimas megadevaluaciones sobre las exportaciones). También heredará el acuerdo con el FMI pactado en junio de 2018 (y renegociado en septiembre), que de ser refinanciado por la próxima administración le costará muy probablemente la implementación de reformas estructurales como la previsional y laboral, entre otras condicionalidades impuestas por el Organismo. Entre la herencia recibida, también se encuentra un nivel de riesgo país en torno a los 750-800 puntos básicos, que de no reducirse le imposibilitará al próximo Gobierno financiarse en moneda extranjera en los mercados internacionales de crédito.

 

* Descarga el informe del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo. UMET 

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